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464,280 Horas de Vuelo

Acabo de pasar la marca de 53 vueltas al sol y es hora de planear que voy a hacer con las siguientes 8,760 horas de esta próxima vuelta. Ya me salté el resumen del 2013 y no voy a mirar hacia atrás.  Voy a proponerme unas cuantas metas razonables y un par más difícil. En el 2013 dediqué mucho tiempo a un proyecto que arrancó en el 2011 y ocupó más tiempo del que inocentemente pensé en dedicarle y ahora tengo que ver cómo vuelvo a enfocarme en las cosas que más me gustan y atraen.

Correr

  1. Rocky Raccoon – no voy a poder ir, 6 meses invertidos, siete compañeros.
  2. Massanutten 100 – estoy en la lotería con Luis Carlos Stoute.
  3. Fat Dog 120 – ya estamos inscritos Luis Carlos, Jose y yo.

Remar

  1. Río Santa María – desde San Francisco hasta la Inter-Americana.
  2. Río Grande – sus tres secciones: alta, media y baja.
  3. Río Pacora – si acaso lo remé tres veces en el 2013.
  4. Río Mamoní – sus tres secciones: alta, media y baja.
  5. Río Chame – con Irving y Laura (este año los engancho de verdad).
  6. Río Gatún – desde Tercer Brazo hasta la Vía Transístmica.

Caminar

  1. Camino Real por Boquerón y por Cascajal, dos viajes.
  2. Cerro Chirripó en Costa Rica – algo nuevo.
  3. La Mesa a Río Indio Centro con Irving, Laura y Lorena – algo viejo.
  4. 100 de San Miguel – algo extremo por lo largo.
  5. El Reto del Indio – recuperar una tradición perdida.

Triatlón

  1. Portobelo 2014 – este año son 15 años desde que lo hice en 1999.
  2. 70.3 de Sherman – ya es hora que lo haga.
  3. Alguno de los duatlones de la Cinta Costera – algo nuevo.

Esas actividades deberían evitar que me oxide durante este año. Suman más de una actividad por mes, una meta difícil de conseguir. Pero si logro el 80% voy a estar muy contento. Ya voy a fallar con la primera actividad, Rocky Raccoon. Aparte tengo un par de viajes que encajar: uno familiar y uno de trabajo, por lo menos. Entre medio de todo eso está todo el tiempo familiar que es de rigor. Ya mis hijos están llegando a la edad en que pueden ser acompañantes en muchas de las aventuras.

Las cadenas de mis bicicletas se oxidaron en el 2013. Este año voy a engrasarlas y darles mucho uso. Tener unos cuantos triatlones en la lista me va a ayudar para salir a rodar en la bicicleta de ruta. Para la montañera tengo al grupo de Transylvania Epic al que me le puedo pegar de vez en cuando. Hay un duatlón en El Valle dentro de una semana. Tal vez pueda participar porque ya estoy comprometido para ese fin de semana con la familia. Mato ese caso el domingo temprano y paso el resto del día tranquilo.

Cosas nuevas que quiero hacer, aparte del Chirripó, que ya está en la lista: Calovébora, el Sendero del Pianista, y un sendero del Mamoní a Cartí. Llevo años con esos senderos en la cabeza y no los concreto. Ya Calovébora tiene buen camino y preferiría remarlo. De paso, al llegar al Caribe, puedo seguir remando hasta Colón. Hace tiempo que quiero hacer un kayak, uno de los modelos de «stitch & glue» de Pygmy Boats, tal vez el Queen Carlotte 19′. Así puedo remar con Beto desde Bocas del Toro a Colón (llevamos años hablando de eso). Como preámbulo vamos a remar desde la Calzada de Amador a Gorgona.

Bueno, tengo más planes, pero no creo que me alcancen las horas. Es importante tener planes. La vida transcurre entre los planes y hay que incluirlos en la ruta que nos trazamos o no se van a dar. Rara vez ocurren fortuitamente las aventuras épicas.

Por Irving Bennett

Siempre listo.

3 respuestas a «464,280 Horas de Vuelo»

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