Categorías
Correr

Andes Race 100K

El viernes a las 5pm partí a correr Andes Race 100K esperando terminarla sin mayores problemas. La razón principal por la que confiaba que la iba a poder terminar fue la presentación del director de carrera que hizo énfasis en que la carrera estaba diseñada para poder caminarla toda. Inicialmente no estaba tan confiado de poder terminar exitosamente la carrera por los puntos de corte que me parecían apretados para una carrera con un desnivel de 6,500 metros.

Altimetría

Después de la presentación quedé tranquilo por que no había corte en la meta si lograba pasar todos los cortes intermedios. Sabía que las trepadas me iban a tomar mucho tiempo, pero tal vez iba a poder recuperarlo en las bajadas. El ritmo promedio para poder terminar tenía que estar justo en 4 kilómetros por hora. Mi ritmo en movimiento fue de 13:23 min/km, pero el promedio quedó en 19:43 min/km. Con todo y que pasé bastante rápido por todas las estaciones, dos cosas me hicieron perder tiempo: mi linterna, y la marcación de la carrera.

Listo para correr

Mi linterna Black Diamond Icon 700 ha desarrollado un hábito muy desconcertante y está relacionado con la batería de litio que me permite tenerla iluminando a 700 lumens por 20 horas. La pila de litio impide que la linterna la drené si está trancada para que no se encienda accidentalmente. Aquí está el problema: la batería se está trancando solita después de un rato y me comienza a bajar la intensidad de la luz. Tuve que perder mucho tiempo quitándome la linterna para destrancar la batería y poder volver a tener buena iluminación.

La marcación de la carrera estaba excelente en general. El problema es que cuando fallaba, me tardaba mucho tiempo en resolver por donde seguir. Por el frío, mi reloj con la ruta estaba debajo de varias capas de ropa y me tomaba un tiempo sacarlo para resolver por donde continuar mi carrera. Antes de la última estación que pasé, las marcas se perdieron por completo. Saqué mi reloj y la ruta me llevaba por lugares por donde no había paso. Hasta uno de los arrieros que venía siguiendo al que venía de último en la carrera bajo de la montaña directamente hacia mí para ayudarme y él también pasó páramo encontrando como llegar a la próxima estación que ya estaba a la vista.

No fui el único que pasó problema con la marcación. Matt, que tiene un maratón de 2:49 en su palmarés, también se perdió y al final abandonó la carrera en Lares. Otro corredor que me encontré en la meta también me dijo que le tocó correr 15 kilómetros de más porque se perdió. Pero bueno, al final de cuentas no llegué a Lares porque me monté en el bus que venía detrás de mí con los corredores que habían abandonado en la estación anterior. Perdí la voluntad para seguir corriendo porque estaba de último, y no llegué a tiempo para correr con Roger, Isa y Ana que partían de Lares (kilómetro 40) a las 3am.

Yo pasé por la estación anterior a Lares, Cuncani, a las 3:10am. Esta estación estaba supuesta a estar en el kilómetro 36, pero estaba en el 28. Me quedaban 110 minutos para correr 12 kilómetro y pasar Lares por delante del corte de las 5am. Entre las marcas ausentes que me habían quitado tiempo, y la luz que me estaba fallando perdí la voluntad de seguir adelante. Estaba de último, iba a pasar Lares en la raya, y luego venía mi tercera trepada descomunal. La voluntad no me dio para seguir corriendo y me monté en el bus cuando me alcanzó.

Al final, no tengo quejas. Mi equipo (con la excepción de mi linterna de cabeza) resultó adecuado. Llevaba dos vejigas de 500ml en la mochila Salomon llenas de Gatorade (nunca las toqué), una botella de 500ml con agua dentro de la mochila, y una botella de 700ml con Gatorade en la mano. La botella de agua la vacié cuando pensé que nunca la iba a necesitar a través de la noche. Y así fue, solamente bebí de mi botella de mano.

La ropa que llevaba resultó adecuada. Estaba justo en el borde de tener frío, especialmente si paraba, pero logré mantenerme cómodo toda la noche. Llevaba una cantidad de comida entre geles, waffles, y chocolate para poder hacer toda la carrera sin tener que recoger nada de las estaciones. Esta fue una buena idea porque no había nada que comer en todas las estaciones que me tocaron antes de retirarme. Aún así, solamente me comí un gel cuando llegué a la cima del primer paso que estaba a 4,700 metros de altura. En ese momento llevaba 5 horas trepando y 14 kilómetros recorridos. Hasta ese momento, todo iba bien. Mi linterna ya estaba fallando, pero trepando no era mayor problema porque no iba rápido y no necesitaba más iluminación que la que conseguía.

Al comenzar la bajada, fui perdiendo tiempo porque mi luz no era adecuada para mantener un buen ritmo. El terreno bajando también era muy técnico y a duras penas lograba moverme a 6 kilómetros por hora. Me sentía bien porque, en promedio, hasta ese momento mi plan de carrera estaba saliendo tal cual lo había previsto.

Tenía puesto una malla North Face que me cubría completamente las piernas, unas medias Injinji de lana que me llegaban a media pantorrilla, mis pantalones cortos de caminar con un calzón de compresión que estaba muy cómodo (especialmente con la capa de crema de pañalitis que me había puesto). Arriba tenía una camiseta de lana manga corta, una camisa de lana manga corta, unas mangas de lana para los brazos, la camiseta manga larga de El Valle Trail Race, y una chaqueta impermeable Mountain Hardware. En la cabeza tenía un gorro de alpaca que había comprado en Cusco y un Buff alrededor del cuello. Junto con los guantes, esta ropa me mantuvo cómodo toda la noche.

Las zapatillas Hoka SpeedGoat 5 han resultado el mejor modelo de zapatillas que he tenido. Mis pisadas eran de confiar y cuando resbalaba, rápidamente la suela volvía a adquirir tracción. Varias veces tropecé con piedras pero nunca me lastimé los dedos del pie. Las polainas que cubrían las zapatillas no permitieron que se metieran piedras dentro de las zapatillas. Todo funcionó a la perfección con mi calzado.

Rogelio en Pillku Urqu

La aclimatación que hicimos en Cusco, incluyendo una trepada a Pillku Urqu hasta 4,458 metros de elevación, me ayudó mucho. No puedo decir que estaba trepando con fuerza, pero me movía bastante bien y logré pasarme a un par de jóvenes en la subida. Nunca pasé de 150 pulsaciones en la subida y el promedio que hice era adecuado para terminar la carrera. Eso sí, la trepada parecía que nunca iba a acabar: esos 1,780 metros que trepamos en el primer envión han sido lo más que he subido en una sola cuesta. Hubo un momento en que pensé que había logrado el paso porque comencé a bajar y de una vez apareció una segunda cuesta. En ese momento volví a ver marcas que parecían perderse en el firmamento junto a las estrellas.

Cuando finalmente logre llegar a la curumba del primer paso me encontré a una pareja inca que estaba sentada en plena oscuridad, a las 10pm, en 16 grados centígrados, vestidos con su ropa tradicional. El hombre me ofreció un mate caliente. Un gesto muy generoso de su parte que no pude aceptar porque no quería perder ni un instante. Casi no paré a gozar de la aventura que estaba viviendo porque sabía que no tenía tiempo que perder si quería alcanzar Lares a tiempo para juntarme con los corredores que partirían a las 3am.

Un poco más adelante me encontré la estación que estaba en el kilómetro 14, Pachacutec (como el nombre del cerro que acababa de coronar). Ahí rellené mi botella con agua caliente. También me ofrecieron un caldo caliente, pero no quería perder tiempo. Le agradecí la atención a los que estaban manejando ese Tambo y partí a bajar hasta el próximo punto de apoyo. Hasta ese momento todo parecía indicar que iba a poder completar la carrera sin problemas.

En la bajada ya comencé a querer la iluminación completa de mi linterna, pero no estaba logrando que me diera los 700 lumens que tenía de capacidad. Cada vez que se iba bajando la intensidad la apagaba y al volver a prender tal vez me daba unos 250 lumens. Nada mal, pero no eran lo suficiente para poder correr confiado en esa bajada que resultaba muy técnica para poder ganar el tiempo que esperaba hacer bajando. Tengo que ver cómo resuelvo el problema de mi iluminación antes de mi próxima carrera.

Cuando ya estaba llegando a Quishuarani, la próxima estación en el kilómetro 22 me pasó Josué, un joven limeño que había pasado en la trepada a la cima del Cuncani. La próxima trepada me resultó más dura que la primera. Mi linterna ya me estaba fallando con más frecuencia y las marcas estaban escasas y me costaba tiempo encontrar la próxima con frecuencia. Las marcas eran una cinta naranja con un reflector muy brillante. A menudo resultaba que la cinta había rotado de tal forma que el reflector no era visible. Esto hacía difícil encontrar la marca. La trepada también tenía una pendiente promedio más pronunciada que la primera trepada.

Me tomó casi dos horas trepar la segunda cuesta. Solamente logré promediar dos kilómetros por hora en esa subida. También pasé bastante rápido por esa estación donde solo recogí Sporade para rellenar mi botella. Ya estaba llegando a la conclusión de que tal vez no llegaría a tiempo donde Roger, Isa y Ana. La bajada desde Hulliquisjasa hasta la próxima estación también resultó más técnica que la primera bajada y en esta fue que se me perdieron las marcas.

Al final corrí 32K en 10:44, todo de noche. Nunca pude apreciar la belleza de las montañas como habían prometido en el congresillo de la carrera. Entre el covid que me dio tres semanas antes y la pérdida de forma que resultó por la para no llegué a la partida como hubiese deseado. No tengo quejas, hice lo que pude, de batalla y no salí vencedor en este encuentro. Solo me queda recordar al Hombre en el Ruedo de Theodore Roosevelt:

Man In The Arena

Finalmente, la partida de esta carrera fue el viernes 26 de agosto, justo tres meses después de perder a Lorena. La tuve muy presente a través de toda la noche. Aunque iba solo casi toda la carrera, siempre me sentí muy cerca de ella y la pensé mucho. Me hace mucha falta y todavía no encuentro como recuperarme de su pérdida. Estoy seguro que ella desearía que eche adelante y así lo haré. Ya tengo mi próxima carrera para mantener mi momento: No Business 100 en octubre.

Categorías
Correr

Análisis de Actividades

Ahora que terminó el 2021 Strava le presenta a cada atleta un resumen de su año deportivo. Esto me dejó con curiosidad por reproducir los análisis que hizo Strava usando las mismas pistas que se cargaron desde mi reloj. Ya tenía avanzado algo del trabajo tal como lo describí en la entrada anterior a esta. El enfoque de esta entrada, en lugar de ser las calles recorridas, es ver como ha estada mejorando, o empeorando, mi rendimiento al correr.

Aunque he logrado mantener algo de forma a través de los años, estos no pasan en vano. Cada año uno pierde al menos un latido en la capacidad máxima del corazón. Ese es tema de otra entrada. En esta vuelta quería repetir algo del resumen de Strava. Un ejemplo:

Año Deportivo en Strava

Como la gráfica anterior hay varias otras muy bien logradas. En lugar de inventar la rueda traté de ver qué había ya hecho que pudiese utilizar para lograr algo parecido. Encontré que hay muchas herramientas para el propósito pero la mayoría son trabajos superficiales y someros, más por la línea de «así se hace esto». En general son programadores que corren y están haciendo lo mismo que yo ahora mismo. Algunos que tiene picazón y no encuentran como rascarla han hecho un buen trabajo.

Uno de los que encontré se llama Running_Page y crea un sitio web completo donde ver todas las actividades que uno ha hecho y produce unas gráficas agradables. Me tomó bastante trabajo hacerlo andar porque está basado en una versión vieja de Gatsby (la 2.4) y ahora Gatsby está en la versión 4.0. Al final logré hacerlo andar. Hice una bifurcación del código original y subí la actualización a mi repositorio de Github. Arriba compartí el enlace. Una de las imágenes que produjo el sitio es la siguiente:

Malla de Actividades
Malla de Actividades en MovesCount

La página de correr hace bastante más que solo la gráfica anterior. Pero viendo el código encontré las rutinas que habían usado para crear esa gráfica. Las rutinas están basadas en otro desarrollo que se llama GPX Track Poster y permite crear imágenes partiendo de los archivos GPX locales. También creé una bifurcación de esas rutinas y las usé para crear mis propios afiches usando mis archivos GPX. Este programa resultó más sencillo que el anterior, pero también tenía problemas porque cuando descargué mis archivos de Strava vinieron con textos en español y la rutina no soporta las etiquetas de actividades en ese idioma (no las entiende).

La galería anterior usa gráficas SVG y no se muestran correctamente en WordPress. Toca alguno de los recuadros para ver las imágenes individualmente.

Las últimas gráficas las produjo Strava y son muy buenas. Cada año las hacen mejor. No he encontrado algo que lo haga tan bien como ellos, pero he encontrado varios flujos que me permiten sacar los datos de las pistas de mis actividades. Poco a poco voy a programar algo que me permita hacer esos análisis dinámicamente y hacer comparaciones de año contra año.

Yo he ido aumentando el volumen de mis actividades con la edad sencillamente porque a mis 61 años recién cumplidos no puedo darme el lujo de parar de moverme. Antes podía ser un guerrero de fin de semana y el cuerpo se quejaba pero me lo permitía. Ahora cada vez que paró de hacer ejercicio comienza la entropía a deteriorarme rápidamente. Así es que uno de los estudios que quiero hacer es cuánto he podido frenar mi pérdida de forma. Lo que quiero lograr es poder mantener lo que tengo por el tiempo que pueda.

Categorías
Correr

Corriendo La Ciudad

De noviembre 1 a diciembre 15, 2018, Ricky Gates se corrió todas las calles de la ciudad de San Francisco, California, Estados Unidos. Le tomó 45 días, corriendo 7 horas, 22 minutos por día, y 46.5 kilómetros por día, recorrer todas las calles de San Francisco. Su esfuerzo quedó bien documentado con una cámara Gopro y su reloj con gps dejó guardado cada recorrido. Luego unos amigos suyos hicieron una presentación gráfica excelente de lo que hizo.

Ricky Gates y sus calles de San Francisco

El recorrido de Ricky ha servido de ejemplo e inspiración para muchos que se han propuesto hacer lo mismo en sus respectivas ciudades. Yo soy uno de los que me he entusiasmado con la idea y he estado haciendo el recorrido de las calles de Panamá poco a poco. Ricky hizo todo su recorrido, sin parar, siguiendo un plan y corriendo mucho todos los días. Yo mas bien he estado recogiendo los datos de mis corridas de 10 años y los he estado graficando al estilo de los mapas de calor de Strava.

Mapa de Calor de los corredores de Strava en Panamá

Para hacer mis mapas de calor encontré una rutina en python, un lenguaje de programación, que me permitía generar la imagen a partir de mis pistas de gpx. Primero tuve que bajar mis pistas de MovesCount donde tenía recorridos guardados desde el 2012 cuando conseguí mi primer Suunto Ambit. Antes había tenido un Garmin ForeRunner 301 pero ese reloj solo guardaba la distancia y el tiempo recorrido (en el 2009 la tecnología era muy básica). MovesCount y Garmin Connect permiten que uno descargue sus recorridos para guardarlos.

Mis recorridos también estaban en Strava, pero solo a partir del 2016 cuando comencé a cargarlos en ese servicio. Todo esto es muy interesante para mí porque es un recorrido histórico que mezcla tecnologías diversas con actividades que me gustan enormemente. Todo el proceso tomó su rato porque hubo que pedir mis actividades a MovesCount. Luego tuve que procesar esos archivos para transformarlos en tipo gpx (gps exchange files) a partir del formato fit en que me los entregaron. Y luego los procesé con la rutina Strava Local Heatmap de Remi Salmon. Esto es lo que conseguí hacer:

Mis Recorridos por Ciudad de Panamá

Me encanta ver el resultado en ese formato que expresa en colores más intensos los recorridos que más he hecho. Pero no se puede comparar un mapa de calor tan burdo contra algo como lo que le hicieron a Ricky Gates. La otra cosa que hace falta es saber cuanto de las calles de la ciudad me falta por recorrer. Es evidente que he corrido bastantes calles de la ciudad. ¿Pero cuantas son? ¿Cuáles me faltan? Nada de eso se puede ver en ese mapa de color tan básico. De paso, se pueden ver claramente delineados los senderos del Parque Metropolitano de Panamá que es lo que más corro regularmente.

Buscando herramientas para responder las preguntas que quedan pendientes con la gráfica anterior encontré muchas herramientas interesantes. Entre ellas encontré un sitio web que se llama CityStrides. Este sitio se conecta con Strava y te da un listado de todas las calles recorridas, y las que faltan por correr, por ciudad. Curiosamente, no existe Panamá como ciudad en Open Street Maps. Es un tema interesante porque el asunto es a nivel de gobierno. Solamente están definidos los corregimientos, pero no hay un solo límite que se pueda tomar para definir como está comprendida la ciudad.

Distrito de Panamá

Por la razón anterior, City Strides solo puede dar la información por corregimiento. Street Ferret, otra aplicación que también da estadísticas de calles recorridas, también tiene el mismo problema de no poder dar información de la Ciudad de Panamá, solo de los corregimientos.

Calles Recorridas en City Strides

En el último año he agregado un montón de calles y terminé San Felipe, Bella Vista y la mayoría de Calidonia. Para el 2022 termino Bethania y San Franciso, por lo menos.

Categorías
Correr

Tahoe Rim Trail 100

Bueno, en exactamente una semana salimos para Tahoe Rim Trail 100m y arrancamos a correr el sábado 18 de julio, 2015. Tenemos 35 horas para terminar nuestra carrera. Vamos Luis Carlos Stoute, José Orillac, Ernesto Durán, Isabel Bennett, Roger Bennett y yo a ver que podemos hacer en esa carrera. Isa va por 80km (su debut en esa distancia) y el resto vamos por los 161km que se corren en dos vueltas del circuito de 80km. En esta ocasión no me he preocupado mucho por lo que me espera y ahora, a última hora, tengo dudas sobre lo que voy a poder hacer.

Esta sería la sexta ocasión que me paro en la linea de partida de una carrera de esa distancia. Ya me siento tranquilo con completar la carrera, y eso es bueno. Lo malo es que me siento tranquilo con completar la carrera. Estaba muy juicioso entrenando bastante y luego se me acabó la motivación y no logré preocuparme suficiente para volver a iniciar mi régimen de entrenamiento. Hace un mes terminé The North Face Endurance Race 80km en 14 horas bajo un calor agobiante y corriendo a un paso lento. En mi mente atrofiada la matemática sencilla dice que ese tiempo (por dos) me lleva a terminar en 28 horas. En la práctica estoy claro que esos números no se suman de esa forma cuando se trata de una carrera tan larga. Menos cuando he entrenado tan poco en estas últimas semanas.

Ahora, las hebillas de esta carrera están divididas en tres: una con moneda de oro a los que terminan en menos de 24 horas (Ernesto Durán), otra con moneda de plata para los entran en menos de 30 horas (José Orillac y Roger), y una de bronce para los que terminan en el tiempo permitido. Yo quiero una de plata y estoy claro de lo que eso conlleva. Hasta tengo los números estudiados: caminando a 6km/hora termino en 26.667 horas y tengo mi hebilla de plata. Lástima que la experiencia no me ha llevado a creer que eso sean tan sencillo. Eso es, básicamente, lo que hice en mi última carrera: caminé mucho (todo lo que fuera ligeramente hacia arriba). 6km/hora se hacen a 10 minutos por kilómetro. El problema son todas las paradas que hay que hacer para comer, ir al baño y otras cosas que siempre suceden en estas distancias. Pero tengo 3 horas para desperdiciar en todo lo anterior y llegar en menos de 30 horas. ¿Será que puedo?

Ultra-Signup me está calculando casi 34 horas. Al menos me tiene incluido entre los que terminan por que en Fat Dog 120m me tenía con un tiempo mayor que el permitido para la carrera. He avanzado en la estima de las computadoras que hacen esos cálculos. A Luis Carlos le tienen calculado un poco más de 30 horas y yo generalmente puedo terminar junto con Luis Carlos en esas distancias. En Massanutten hice 34:17 y la computadora está tomando ese tiempo en cuenta. Ahora, esa última carrera tiene una superficie muy difícil para correr (llena de piedras) y el recorrido estuvo muy, muy mojado. TRT va a tener una superficie muy fácil para correr: suave y bastante cómoda. El calor puede ser un factor que impacte negativamente en el rendimiento de todos los corredores, pero esa parte no me preocupa mucho por que acabo de correr en el mismo infierno y pude terminar.

Mi espalda y mi cadera derecha son dos cosas que en esta ocasión me están poniendo a dudar por que están débiles. Mi osamenta está comenzando a mostrar los años que tiene mi carrocería. ¡Ojalá fuera cuestión de ponerle una capa de pintura fresca y listo! Es un poco más complicado que eso en la práctica. Mis músculos y mi corazón aguantan sin mayor problema. Los pies puede que terminen con ampollas y eso lo puedo prevenir con un poco de duct tape aplicado en lugares estratégicos. En Costa Rica terminé con unas ampollas horrorosas en la planta de los pies por que me mojé los pies más de lo que había previsto. Esta vez voy con duct tape en la planta de los pies y esparadrapo en los dedos de los pies, además de las Injinji (medias con dedos).

La alimentación, la vestimenta, las zapatillas y lo demás ya está todo probado, usado y comprobado. Esta carrera tiene una logística muy sencilla por que es un circuito que parece un trébol y en el medio hay una estación que visitamos tres veces por cada 80km, seis veces en total. Con una sola bolsa me puedo sentir por bien servido. Ya veré si uso más bolsas solamente por ser diligente y precavido.

Categorías
Correr

Club Correcaminos

Cerro Cabra
Corriendo Cerro Cabra

Hace mucho tiempo las carreras de Corredores del Istmo eran eventos muy sencillos. Los corredores se reunían y escogían la junta directiva. Ya existía un calendario preestablecido de carreras que tenían una cierta lógica: las distancias iban en ascenso, en ciclos, hasta llegar al maratón en diciembre. Se corría cada tres semanas, aproximadamente.

Los días de las carreras llegaban los encargados de ese evento: Alan Jones se encargaba siempre del tiempo de la carrera, un par más se encargaban de la hidratación, y, si era algo complicada la carrera, tal vez otros voluntarios también participaban. Todos los corredores teníamos nuestro número vitalicio adquirido cuando participabas en la primera carrera. El mío fue el 900 por más de 15 años. Para las carreras cada quien llegaba con su número puesto. Al finalizar la carrera, si querías, le pagabas 50 centavos a Alan y te imprimían un certificado del tiempo. Era algo sencillo el esquema, pero muy funcional.

Hoy día tenemos un calendario muy nutrido de eventos organizados por diversos clubes. Todos requieren de inscripción por adelantado, cuestan mucho más, y también esperamos más a cambio. Ahora cada evento tiene sus patrocinadores, meta personalizada, vallas de llegada, podio para entrega de trofeos, y hasta dinero en efectivo para los ganadores. Antes, el premio venía al final del año: el honor de acumular más puntos a través de las corridas de todo el año. Solo unos cuantos eventos, como el maratón tenían verdaderos trofeos y más apoyo de entidades, como motos de policía y ambulancias. Verdaderamente que hemos avanzado en la calidad de nuestros eventos deportivos.

Pero yo extraño la sencillez de esos días. Eramos un grupo más unido de corredores, éramos muchos menos, algo como los triatlonistas de hoy. Además, cada vez más, prefiero correr sobre superficies no pavimentadas. Por esto me atrae la noción de que debemos formar un nuevo club, muy sencillo, para organizar un pequeño calendario de carreras de montaña. Debemos formar el Club Correcaminos de Panamá. Podemos organizar varias carreras sencillas, tanto locales como fuera de la ciudad.

Hay muchos senderos cerca de la ciudad por donde correr: Camino de Plantación, Camino del Oleoducto, el camino de las antenas, el camino de Chivo Chivo, senderos del Parque Metropolitano, y Cerro Cabra. En Cerro Cabra podemos organizar una verdadera carrera de montaña: 500 metros de ascenso en 2 kilómetros, brutal – corres hacia arriba, tocas una campana y bajas a toda máquina. Fuera de la ciudad está Pacora, Cerro Azul, Mamoní, Arraiján, Chorrera, Veracruz, Sardinilla, Boquerón. ¡Sobrán lugares!

Ya los ultracorredores (Luis Carlos Stoute, Carlos Rettally, Margaret Von Sanger, Iris Regalado, Lizbeth Ramiréz, George Shoemaker, Fernando Revuelta, y otros) tienen un grupo bien unido. Estoy seguro que hay más que están adquiriendo el gusto por correr fuera de las calles, sin el ruído de los carros, sus olores tóxicos, y el peligro que representan. Los dos eventos de El Valle han probado que la gente está dispuesta a participar en esta clase de eventos, llenando la versión 2009 y la versión 2010 de El Valle Trail Race.

Ahora, con las herramientas de comunicación modernas, el correo electrónico, Facebook y los sitios web, podemos organizarnos para crear un calendario de unas 4 a 6 carreras al año. No todas tienen que ser super producciones como la de El Valle. Varias pueden ser eventos sencillos: una raya en el piso, un cronómetro y una cámara. Si se puede hacer algo más sofisticado, amén, pero no hace falta. Estoy seguro que varios ya tienen sus gavetas llenas de camisetas de tantas carreras en las que han participado. Panamá Hash House Harriers organiza corridas todos los lunes a las 6:00pm, llueve, truene, y/o caigan relámpagos. Además organizan Hash Familiares fuera de la ciudad varias veces al año. No es complicado organizar unas cuantas corridas por los senderos de Panamá.

Como en la película «Campos de Sueños» con Kevin Costner: si lo construyes la gente llegará. Ya tenemos las semillas, solamente hay que plantar y los corredores de montaña nacerán, y llegarán a correr por los senderos que marquemos. ¡Ya lo han hecho!

Categorías
Correr

El Valle Trail Marathon – 21k

Mapa de ruta de 21k de El Valle Trail Marathon
Mapa de ruta de 21k de El Valle Trail Marathon

Este 15 de agosto, 2010 tendremos el 2do El Valle Trail Marathon. Este año la ruta ha cambiado y correremos hacia el norte partiendo desde el Hotel Campestre, en dirección hacia Matahogado. A continuación sigue la descripción de la ruta de los 21k, la versión media del maratón. En Facebook hay un recorrido fotográfico completo.

Los primeros 1,300 metros son por asfalto hasta llegar al pequeño puente sobre el Río Antón, antes de la subida hacia Matahogado. Justo después de este puente hay que girar a mano izquierda por el sendero que lleva a otro puente visible desde la calle. Este es el inicio del sendero de Los Berrales que va paralelo al Río Antón y llega a la toma de agua de El Valle. Esta es una de las secciones más verdes y frescas del recorrido y mide aproximadamente un kilómetro.

Al final de este sendero se llega al 4to cruce de agua y se inicia el ascenso hacia La Mesa de El Valle. Hay que cruzar el Río Antón y seguir el sendero hacia arriba. Después de unos 500 metros de bosque montañoso se llega a un llano de pasto y hay que girar a la izquierda nuevamente y subir hacia un portón rojo que se ve en la distancia. Hay que cruzar la cerca por la mano izquierda del portón que seguramente estará cerrado y continuar hacia las fincas de pollo. Justo después del portón se llega nuevamente a un camino transitable que nos llevará de regreso a El Valle a través de La Mesa.

Aproximadamente a los 3.5k de haber partido se llega a una bifurcación en el trayecto. Aquí estará el primer puesto de apoyo a la carrera y los que estén corriendo el maratón completo deben girar a la derecha, los de 21k deben girar a la izquierda. 1k más adelante viene otra bifurcación en la cual también hay que girar a la izquierda para pronto iniciar el descenso hacia El Valle. Este descenso inicia sobre el asfalto luego de pasar por la Finca Cecilia (a mano izquierda) y, a mano derecha, la calle por donde se vuelven a incorporar los de la ruta del maratón. En este punto se han recorrido 5.7k.

Al terminar la bajada de La Mesa, de regreso a El Valle, estarán llegando al kilómetro 10 del recorrido (9.7k) y la Calle Los Mangales, donde hay que girar a la derecha para dirigirse hacia la Piedra Pintada. A unos 300 metros llegarán a una «T» (10k) donde nuevamente deben girar a la derecha. A unos 500 metros más adelante llegarán a la entrada hacia La Piedra Pintada (10.5k) y el siguiente puesto de apoyo a la carrera. Es muy importante abastecerse en este punto: no encontrarán agua hasta iniciar la bajada de vuelta a El Valle.

En este punto inicia la segunda subida grande del recorrido, subiendo desde 600 metros en la entrada hacia La Piedra Pintada hasta unos 867 metros sobre La India Dormida. En este sitio pueden ver un perfil aproximado del recorrido de la ruta. Este segmento pasa frente a La Piedra Pintada, a la cual se llega por una acera de concreto. Justo frente a la piedra, que estará a mano derecha, viene una bifurcación en la cual hay que tomar hacia la izquierda y seguir subiendo.

Al coronar esta primera subida, cuando inicia a nivelarse el sendero, hay que girar a mano izquierda y tomar el sendero que sale unos  165º hacia atrás. Este giro estará claramente marcado, pero por si acaso, estas son otras vistas: punto de vista del corredor y viendo hacia atrás. En este momento se han recorrido unos 11.5k y ya van camino al lomo de La India Dormida. Pronto van a llegar a una casita (a mano izquierda) seguida de una intersección en la cual hay que girar a mano izquierda.

En este momento ya han pasado la mitad de la carrera y viene la parte más vistosa del recorrido. Hay unas bifurcaciones que estarán marcadas y siempre hay que girar a la izquierda (hacia El Valle). Cerca de los 12.4k van a llegar a una silla con vista clara a El Valle, en el cuello de La India Dormida. En este lugar hay que seguir hacia la derecha, casi completamente sur, por todo el borde de La India Dormida hasta llegar a La Cruz, unos 2.5k más tarde. Este tramo tiene una subida sobre piedras ásperas que hay que tomar con cuidado.

El recorrido ahora sigue por el lomo de La India hasta bajar a la próxima intersección. Esta intersección nos lleva por la pendiente Este siguiendo un sendero a nivel. Pronto el camino gira levemente hacia el Oeste (la derecha) y pasa a la parte de atrás de La India. Todo lo que sigue es un sendero que nos llevará hacia la bajada de regreso a El Valle. Siempre tomen en cuenta que El Valle estará a mano izquierda y el camino más corto está por ese borde de La India.

Cuando lleguen a la bajada habrán recorrido poco más de 15k y los espera el Cool Zone de Pura Voluntad. Al pié de la bajada tiene que girar a la izquierda nuevamente (16k) y regresar a El Valle. Deben seguir la calle siempre a la derecha hasta llegar al puente y la calle principal de El Valle. Sobre la Avenida Central (17.8k) de El Valle deben girar a la izquierda, pasar frente al Mercado (18.7k) hasta el Supercentro Hong Kong (19.4k) donde nuevamente deben girar a mano izquierda. Esta recta larga, con leve pendiente hacia arriba, los llevará de vuelta a la meta.

Detalles:

  • Recorrido: 21k
  • Elevación ganada: 708 metros
  • Elevación perdida: 708 metros
  • Elevación mínima: 583 metros
  • Elevación máxima: 867 metros

Consejos:

  1. Usar zapatillas con buena tracción
  2. Llevar al menos una botella de 20 onzas con agua o solución hidratante
  3. Usar gorra
  4. Ponerse protección solar
  5. Comer algo (unas 100 calorías) cada hora

Disfruten la carrera y gocen del paisaje. Este recorrido será más difícil que el del primer año. Pero esta vez será más fresco y más verde, y con las vistas más espectaculares que se puedan imaginar. Tomen las subidas con calma y traten de hacer buen tiempo en las rectas y las bajadas. Procuren siempre tener la vista fijada unos 15-20 metros hacia adelante (en lugar de ver hacia el piso, frente a las zapatillas).

Archivo para GPS: elvalle-21k en Google

Categorías
Correr

Buen Recorrido

¡Qué buena corrida que he hecho esta tarde! Mezcle varios recorridos por el Parque Metropolitano y la cabecera de la pista de Albrook para hacer un de 13.5 kilómetros, en su mayoría fuera de la calle y arbolado. Salí de mi casa frente a La Salle, baje hacia la Cervecería, crucé por el paso peatonal hacia La Locería, y seguí la Juan Pablo II hasta los establos. Entrando por el Club de Equitación de Clayton tomé el sendero que salé frente a lo que era Curundu Highschool, me fui por un costado de la cerca de ese lugar hasta Albrook Mall, crucé por los campos de pelota hacia la cabecera de la pista de Albrook. Al final de la pista hay un sendero que sale a Albrook, casi frente a la calle de Green Valley, allí giré a la derecha para ir a la puerta de atrás de Albrook para regresar hacia la Juan Pablo. En la Juan Pablo inicié el recorrido de regreso a casa, pero antes me metí por el Sendero de los Momótides dentro del Parque Metropolitano para agregarle 1 km a mi recorrido.

El recorrido sin el Sendero de Los Momótides hubiese sido de 12.5 kms., pero pocas veces pierdo la oportunidad de recorrer ese sendero circular. Además, de regreso, me metí por el Sendero El Roble, que va desde la Sede del parque hasta la garita del Sendero del Mono Tití, paralelo a la Juan Pablo II. Este sendero no le añade distancia al recorrido, pero me aleja de los autos. Hay otros senderos que se pueden usar para meter más kilometraje en la corrida, como algunos dentro de Curundú, otros más dentro del mismo parque. Entre Albrook Mall y Altos de Curundú hay un sendero que los conecta, saliendo justo frente a la entrada de Curundú.