Siguiendo con La Ruta del Indio, ahora vamos con un recorrido desde Tres Hermanas hasta El Valle de Antón. Esta es una caminata más exigente, de punto a punto, que cubre una gran parte del recorrido (tal vez la parte que era más remota). Tres Hermanas es un poblado que está a orillas del Río Teriá, que desemboca en el Río Indio, en la esquina noroeste de la provincia de Panamá. El Río Indio divide las provincias de Panamá y Coclé hasta que entra a la provincia de Colón. Cuando una se baña en el Río Indio está, literalmente, entre dos provincias. La manera más fácil de llegar a Tres Hermanas es pedirle a un amigo que los dejé allí. Se puede llegar en transporte pero hay que hacer todos los contactos por adelantado para que sea expedito el viaje.
Por supuesto que no hay ningún letrero que dice: «Por aquí para El Valle de Antón», aunque nos gustaría que eventualmente existieran marcadores de recorrido en todos los principales caminos de Panamá. Ya es hora que nos organicemos en ese sentido y comencemos el trabajo de designar senderos y marcarlos. Por otro lado, hay muchas maneras de llegar a El Valle desde Tres Hermanas. La que vamos a recorrer es una de las más agradables, pasando por Las Claras Arriba, El Harino, Los Chorros, Ardenilla, Río Indio Centro, Jordanal, Río Indio Nacimiento y La Mesa, antes de llegar a El Valle. Opcionalmente, y hasta recomendable, es recorrer el tramo de Jordanal a El Valle en transporte (un pickup que se puede tomar en Jordanal). El recorrido completo es de 47 kilómetros (31 kilómetros hasta Jordanal).
¡Este viaje es todo cuesta arriba! Esto es bueno, aunque no lo crean. Al revés, la cantidad de bajada hace estragos en las rodillas de muchos caminantes. La primera subida hace que uno se preocupé de haber decidido tomar este recorrido porque es una trepada larga que asciende unos doscientos metros de un tiro. Pero luego el camino se vuelve una serie de trepadas y bajadas, con las trepadas siempre un poco más grandes que las bajadas.
La primera parte del recorrido pasa por terreno variado y ya se comienza a ver el efecto del «progreso» que traen los caminos rurales. Nuestros emprendedores interioranos van tumbando monte y haciendo potrero. Estos están intercalados entre parches boscosos. Pero a medida que el terreno se va tornando quebrado ya se van viendo menos potreros porque no les es tan conveniente poner a pastar el ganado en laderas empinadas. Hay varios miradores desde donde se puede apreciar el Cerro Cirí Grande, un peñón que se asemeja a una pirámide de piedra, y otros peñones con formación parecida.
El primer punto destacado de este recorrido es Las Claras Arriba. Antes de llegar a este lugar se camina a lo largo de la Quebrada Las Claras. Hay buenas oportunidades para darse chapuzones en esta cristalina quebrada. En Las Claras hay una escuela donde descansar un rato y esta tiene un comedor donde se encuentra una pluma con agua corriente si se desea rellenar de agua. En el camino hay muchos ríos de donde tomar agua, pero si no se tiene filtro, las plumas en las escuelas son una buena opción. Mi opción favorita es tomar agua directamente de los ríos y luego tomarme una dosis de Zentel cuando llego a la casa para eliminar cualquier parásito que haya podido ingerir. Cada quien debe decidir cual es la mejor estrategia para abastecerse de agua. La mía es rápida, económica y sencilla.
Ya en Las Claras Arriba llegan los caminos de tierra que están penetrando cada vez más todos los recodos de la provincia de Panamá. De ahora en adelante todo el recorrido sera por caminos por donde pueden transitar vehículos, desafortunadamente. Esto no era así hace unos años, pero el progreso no puede detenerse. Cada tanto tiempo los desastres naturales deshacen algo de este progreso con inundaciones y derrumbes, pero al poco tiempo el hombre comienza a recuperar lo que la naturaleza le ha quitado. El Harino es la próxima escuela en el camino.
Río Indio de Los Chorros es casi la mitad del Camino. Este es el lugar donde nos hemos quedado a dormir cuando hacemos la ruta en esta dirección. Al frente de la escuela hay un rancho grande, tal vez el comedor de la escuela, donde se puede armar un campamento con techo. Pero a lo largo del camino hay muchas opciones para acampar. Muchas de estas escuelas están alejadas de todas las casas que forman el caserío, pueblo, o lugar. Nuestro país esta repleto de una red de escuelas que han sido separadas como a cuatro horas, o menos, caminando. Alrededor de las escuelas estas casi nunca hay residentes cerca, no se pueden considerar como el centro del pueblo. Pero son la forma inequívoca de saber donde está uno parado.
De este punto en adelante todo el camino bordea el Río Indio hasta Jordanal. Muchas veces no se nota porque han dejado todas orillas en pie y estas forman una barrera que no permite ver el río sino esporádicamente. Aún así hay muchas oportunidades para mojarse bien cuando se cruzan las quebradas que caen al Río Indio. También hay vados que bajan al río para cruzarlo. La «Ruta del Indio» original realmente va por la otra orilla de este río cuando nosotros lo hicimos por primera vez. Esa ruta aún está ahí y muchos de los centros más poblados están del lado oeste del río.
Ardenilla es la próxima quebrada que cae al río desde el lado este. En la época correcta hay varios árboles de marañón curazao llegando a este villorrio. la mayoría de la gente de Ardenilla vive hacia la montaña. Hay unos valles por donde fluye esa quebrada que son muy agradables para vivir. Pero esa es otra ruta, y otro cuento. El próximo lugar en este camino es Río Indio Centro. En este lugar vale la pena tomar el desvío a la izquierda después de la iglesia para ir a bañarse al Río Indio. En este lugar el agua es tranquila y honda y hay una buena playa, una parada de rigor para nosotros. De paso, hay un zarzo que va hacia San Miguel y una ruta de regreso a El Valle que sigue el camino de la entrada anterior pero en dirección contraria.
El próximo cruce de río en la ruta es la Quebrada Jordanal. Hay que ver un mapa para darse cuenta que en Río Indio Centro uno se separa del ese río y ahora el camino sigue de cerca el valle de la Quebrada Jordanal hasta llegar al lugar del mismo nombre. Esta sección del camino es fácil de caminar porque la vía ha sido nivelada para que puedan transitar vehículos. El entorno sigue siendo el mismo que hace muchos años, pero ahora, en vez de ser un camino real, es un real camino, una calle. Justo después del cruce de río hay unos cafetales agradables, y, de paso, otra oportunidad de tomar otro camino a la derecha y regresar al Río Indio, cruzar ese valle y regresar al Río Las Minas para subir por esa ruta a El Valle.
De Jordanal a El Valle ya no hay más desvíos. El camino es cosa de subir, subir, y subir gozando de las vistas y paisajes espectaculares. Durante toda los subida está la opción de parar al próximo pick-up que vaya subiendo y pagar un para de dólares para llegar más rápido a El Valle. Todo es cuestión de las piernas que hayan traído a esta caminata. La idea es pasarla bien y el camino no va para ningún otro lado, siempre va a estar esperándonos en el mismo lugar.