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Cerro La Gaita

Mirador del Cerro La GaitaMi carácter peripatético me llevo hoy a la curumba del Cerro La Gaita. He pasado cerca de esa cima en múltiples ocasiones en caminatas que regularmente hacíamos desde Sorá hasta El Valle. La última vez que la hicimos nos encontramos con que una porción del camino había sido reemplazada por una calle que Melo había hecho para conectar Altos del María con El Valle. Desde entonces no hemos vuelto a repetir la caminata de Sorá a El Valle: ya había mucha calle entre aquí y allá. Pero sí he bicicleteado ese camino en varias ocasiones.

Hoy había decidido subir hasta lo más alto de ese camino hacia Sorá con mi bicicleta. Hacía tiempo que no bajaba desde allá arriba hacia El Valle. La mayoría de las veces lo pedaleaba saliendo de El Valle hacia la playa. La bajada desde la cresta de esa calle hacia El Valle es de una pendiente bárbara. Tengo que poner la panza sobre el asiento para asegurarme de no volar por encima del timón de la bicicleta, y ser juicioso con el freno delantero. Hay tramos en los que la llanta trasera viene patinando libremente para tratar de controlar la velocidad del descenso. Es una bajada muy emocionante…

Al llegar a lo más alto de ese camino, 12 kilómetros después de salir de mi casa, y dos horas más tarde, encontre un letrero que no había visto antes. El letrero de madera marcaba la entrada a un trillo que llevaba a la cima del Cerro La Gaita y hablaba de un mirador. Bueno, si ya había llegado hasta allá arriba, por que no subir un poco más hasta lo más arriba de las posibilidades. El letrero indicaba que eran unos 550 métros más de recorrido hacia la cima, que estaba a 1,050 métros de altura, y que tenía que ascender hasta 1,178 métros de altura. Mi sistema de posicionamiento global difería con el letrero, pero no era hora de discutir.

El camino hacia la curumba del Cerro La Gaita está muy bien marcado y hecho de grava y cemento, con pasamanos de madera. Poco después estaba llegando a la cima: una plataforma de madera con una vista espectacular. Podía ver las fincas de pollo de Toledano en La Mesa, todo El Valle claramente, las playas, el Picacho con La Laguna de San Carlos abajo, Sorá, Chicá. Era una vista realmente sobrecogedora, estaba viendo los mapas que tanto he estudiado, pero en tres dimensiones y con lujo de detalles. Encontre caminos nuevos que aún no han llegado a los mapas del Tommy Guardia que se han quedado en 1968. Mañana regreso a revisar uno de los caminos que se veían desde allá arriba. Creo que ese camino le dá la vuelta a La Mesa y sale por Río Indio Nacimiento.

Lo que me tomó 45 minutos subir, lo bajé en 17 minutos. Y venía cogido en el freno. Cuando monto solo soy más juicioso por que no hay quien me recoja del piso si la pelo. Le he ofrecido cien dólares a mi sobrino Jorge Patricio si llega hasta arriba de esa loma si tener que tocar el piso. Después de hoy estoy seguro que esos 100 billetes no van a salir de mi bolsillo. Los autos que suben esa loma sólo lo pueden hacer en doble baja, y eso quiere decir que hay que empujar la bicicleta loma arriba en mi experiencia, y así es cómo yo llegué hasta allá arriba. ¡De bajada lo único que hay que tocar es el freno!

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