Pacora y Mamoní

Después de meses de no remar, y con todo y que ha estado lloviendo a cántaros, he ido a remar dos veces en un fin de semana. Este fin de semana remé el sábado en el Pacora y el domingo en el Mamoní. Para mi gran sorpresa, los dos ríos estaban «secos», por debajo del nivel que deberían tener a estas alturas de la temporada. Aparentemente toda el agua está lloviendo cerca de la costa, pero poco está lloviendo en las cabeceras.

Fuera del incoveniente que causa la falta de lluvia en los ríos, me convino que hubiese poca agua en el Mamoní. Había traído a mi sobrino Tino al Mamoní en su segunda remada en un kayak, en un río caudaloso. Por lo menos ya había practicado su roll en la piscina y le estaba saliendo bastante bien. El día anterior, en el Pacora, se volteó un par de veces y se enderezó sin problemas. Bueno, ¡pasó el Mamoní sin mayor problema! Todos quedamos asombrados de lo bien que remó el Mamoní en su segundo día en un río.

Esto quiere decir que tengo un nuevo compañero de remos, justo cuando mi sobrino Jorge Patricio está mostrando señas que la bicicleta está llamando más que los ríos. Este fin de semana no deseó acompañarnos porque «tenía que entrenar». La bicicleta está todos los días a disposición de uno, pero los ríos son pocas las veces que nos invitan. Qué difícil ha sido traer nuevos miembros a la familia de remeros panameños. La mayoría de la gente que piensa que les gustaría remar han salido medio asustados de sus encuentros con los ríos, y otros no han quedado flechados y sólo son compañeros esporádicos.

Pero Tino es la excepción, y, posiblemente su hermana Alex también lo sea. Alex nos acompañó el día anterior a bajar un segmento fácil del Pacora, su primera remada. Ahora, si me pregunta cuando volvemos a remar sabré que tenemos otra remadora en la familia.


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