Nuestro Hash
Ayer marqué el Hash junto con mi amigo Beto Pons. Las dos veces que hemos marcado juntos un Hash nos ha tocado hacerlo con lluvia, y la pintura que usamos no se pudo pegar bien a la calle. Aún así, llegó un buen grupo a correr y todos gozamos de la intensa lluvia que nos tocó durante el Hash. Qué gusto me da compartir todos los lunes con este variado grupo de gente. Hoy por hoy, sin duda, es el grupo de personas que veo con más frecuencia en mi vida.
Tengo amigos como Alberto, que son amigos desde la escuela, a quien veo con frecuencia. Pero también lo veo todos los lunes en el Hash. Al Hash casi que lo veo más a menudo que a mi familia. Solamente los que van a la misma iglesia todos los domingos tienen un grupo tan unido como nuestros Hashers. Nosotros corremos todos los lunes, llueve, truene o relampaguee. Lo principal que hay que tener para ser un miembro de nuestro grupo es tolerancia y un buen sentido del humor. Sin esos dos ingredientes la permanencia en nuestro grupo es difícil, o imposible.
Hoy día son más de 200 corredores los que están inscritos en nuestra lista de correo: [email protected]. De esta forma nos comunicamos para saber donde será nuestra próxima corrida. Todos los lunes alguien se encarga de marcar una corrida y buscar las bebidas para compartir después del evento. Las corridas son diversas y variadas, siempre en lugar distinto. Entre 30 y 60 personas llegan a correr cada lunes. Tenemos toda clase de corredores: lentos, rápidos, altos, bajos, jóvenes y viejos.
Cada tanto tiempo organizamos un Hash Familiar en algún lugar del país — vamos a correr al interior y luego hacemos una barbacoa y pasamos la noche, generalmente en toldas. Este últimos Hash Familiar fue en Gorgona, y el anterior fue en Sorá. Posiblemente el próximo sea en Taboga. Estos eventos son muy divertidos y nos permiten involucrar al resto de nuestras familias en la diversión y el ejercicio. Todos los que marcan los recorridos generalmente toman en cuenta que los corredores son diversos y hay que tener rutas alternas para tenerlos juntos a todos los que vienen a cada Hash.
Regresando a nuestro último Hash, vino poca gente a correr bajo la lluvia, alrededor de 30 corredores. Aún así llegaron 2 corredores nuevos y la mayoría de los más veteranos del Hash, los que no se espantan ante nada. Todos corrimos por los charcos de las calles y esquivamos las aceras resbalosas, cuidando de no meter el pié en un hueco escondido bajo las pulgadas de agua. Cuando regresamos al punto de partida, cada uno en su momento, la mayoría fue directo a los chorros de agua fría que caían de un techo — no había sido suficiente el agua de la lluvia. Yo me fui temprano, junto con Lorena, pero me contaron que los birriosos se quedaron hasta tarde, como siempre.
Buenísimo. Yo quería ir, pero soy de papelillo y la lluvia me espanto. Eso si espero llegar el próximo lunes. Me encanta el grupo aunque yo si que tengo años de no verlos.