Nuevos Kayaks y Sus Remeros

Mamoní
Mamoní

Este domingo fuimos a remar en el Río Mamoní. Fuimos Joaquín, Andrés, Luis Angel, Robert y yo a remar nuestros Jackson Kayaks – la mayoría nuevos. Desde hace algún tiempo hemos estado trayendo kayaks para aumentar nuestra base de remadores para poder contar con nuevos compañeros en el río. Ayer fue un día especial: llevamos tres nuevos remeros al Río Mamoní. Por suerte el nivel del río estaba algo bajo, apropiado para remadores que están todavía en sus remadas iniciales. Ya Joaquín había llevado a Andrés, a Robert y a Luis Angel a remar anteriormente, y todos habían aprendido el rol en la piscina.

¡El día fue excepcional! Con la excepción de la crema de sol (que nadie se puso) todo salió espectacular. Practicamos el rol en masa, hicimos ferries, nos metimos en eddies, practicamos peel outs, y bajamos todos los chorros. Mama Grande me tentó, pero todavía no logro la confianza para aventarme por ese chorro. Andrés, Robert y Luis Angel nadaron cuando en algún momento u otro les falló su rol de combate. Robert fue el primero cuando se inclinó al lado equivocado justo antes del primer rápido difícil del Río Grande. Por suerte Robbie tiene bien dominado el arte de escapar de su kayak cuando todo lo demás falla. Eso es bueno por que nos dió amplias oportunidades para practicar nuestra técnicas de rescate.

Luis Angel fue el primero en bajar Mamita (de los nuevos) y lo hizo de manera segura y bien lograda. Luego Andrés se aventó y también bajo ese chorro con buena forma. Como no me dieron la oportunidad de sacar la cámara, ambos fueron por una segunda vuelta para que les tomara fotos. Mientras, Robbie le sacaba el agua a su bote. Había nadado en el Jardín de Piedras justo arriba del chorro Mamita. En la segunda vuelta Luis Angel bajo bien el chorro pero luego su kayak quedó contra la pared de la ribera izquierda y la corriente lo volteó. Cuando Luis Angel intentó su rol la pared lo detuvo e impidió que saliera del agua, dos veces. Supongo que el ruído de la caída de agua impidió que pensara en tratar el rol del otro lado, o de empujarse de la pared, pero nadó. Ya para ese momento llegó Robert y también bajó Mamita sin mayores problemas.

Andrés, luego de practicar el rol una cantidad bárbara de veces, comenzó a fallar el rol en aguas tranquilas. Iba a practicarlo y no lograba salir del agua. Todos los remadores nuevos nadaron el domingo. Me parece bien… Eso los dejará con ganas de mejorar su rol para evitar tener que sacarle el agua al kayak tantas veces. La verdad es que después de un rato es agotador pasar por el proceso de auto-rescate y tener que prepara el kayak para seguir bajando. Robert fue el que más problemas encontró, pero también tenía el bote más inadecuado para aprender: Robert estaba remando un Fun, que es un excelente kayak, más apropiado para remadores intermedios y avanzados. El Fun es mi bote favorito por su bajo volumen, buenos bordes y por ser fácil de surfear. Los demás remaron Heroes, que son kayaks más apropiados para aprender y para remar ríos con gran caudal y en situaciones difíciles.

Al final del día, que pareció eterno, todos estábamos en buenos ánimos y con ganas de regresar pronto. Robert, Andrés y Luis Angel quedaron debiendo un bootie bong (tomarse una cerveza en su bota de neopreno) por haber nadado. Si vuelven a nadar la próxima vez no se la perdonaremos. Mientras nos refrescábamos al final del río montamos los cinco botes al auto. Esa es una tarea difícil con tantos ingenieros de diferentes escuelas. Por suerte los botes lograron regresar de vuelta a la ciudad sin percance. No siempre es posible montar de manera segura esa cantidad de kayaks. Es fácil amarrar 4 botes en las barras, pero 5 botes ya es más problemático. Nos tomó 6 horas 30 minutos bajar el río por que no había mucha corriente. Cuando el flujo de agua es mayor puede que tome la mitad de ese tiempo para hacer el mismo recorrido.

Quedé muy contento con la compañía en el río. Esa es la mejor parte de bajar un río con buenos amigos. Ahora estamos regresando a aumentar nuestra comunidad de remeros que ha sufrido varias pérdidas recientes: Jorge Patricio se dislocó un hombro, Tino se fue de Panamá (de vuelta a su país natal), Javier se ha vuelto un hombre de playa y a Ian el trabajo no le permite remar con frecuencia. También perdimos a nuestro mayor impulso del deporte, al gran Gary Vaucher, que falleció en una accidente de helicóptero. Hay varios otros remeros pero no es fácil traerlos al río. Este grupo de remeros nuevos están con los ánimos prendidos, que es lo importante.

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