Categorías
Correr

Massanutten Mountain Trail 2019

Resumen de Massanutten Mountain Trails 100 millas

Este domingo 19 de mayo terminé mi cuarto Massanutten Mountain Trail 100 millas en 32:56:04 en la posición 75 de 190 que empezaron. Esta ha sido mi posición más alta en esta carrera, y mi mejor tiempo, lograda bajo un calor hostil que dejó a la mitad de los participantes sin poder terminar la carrera (solamente terminaron 96 de 190). Curiosamente, con todo y el calor, me fue muy bien a través de toda la carrera sin encontrar mayores inconvenientes.

EstaciónPosiciónTiempo
Edinburg Gap802:41:22
Elizabeth Furnace758:12:07
Habron Gap6714:36:43
Gap Creek8122:02:31
Picnic Area8229:54:43
Finish Line7533:56:04

Casi desde el inicio de la carrera me posicione cerca del puesto en que quedaría al final de la carrera. En la subida hacia Moreland Gap pude correr prácticamente todo el tiempo. Llevaba un paso tranquilo que no me exigía mucho y me permitió avanzar a través del grupo de corredores con el que había quedado. Frecuentemente habían corredores que me pasaban corriendo pero al poco rato caminaban un tanto y me los pasaba nuevamente.

Después de Moreland Gap inicia el trillo a Edinburg Gap, la primera sección de corrida por uno de varios lomos de Massanutten Mountain. Al poco tiempo de entrar en esta sección quedé solo. Estaba esperando que me alcanzara un tren de mujeres que en ocasiones anteriores me ha pasado y más nunca las vuelvo a ver. En esta sección nunca me alcanzaron. De hecho, esta vez solamente me ganaron 9 mujeres. Creo que el calor afectó a muchas que normalmente me han ganado en años anteriores.

Llegué a Edinburg Gap en la posición 80. Hice una parada rápida para comer sandía, huevo con sal, rellenar mis botellas de agua, y salir lo antes posible hacia Woodstock Tower. El perfil hacia WT arranca con una trepada seguida por una buena bajada y luego se mantiene en columpios que van por el costado de la montaña. La estación de WT es la milla 20 (32kms), el primer quinto de la carrera lo terminé en 4:30.

A Powell Fort llegué de 75, exactamente la misma posición en la que terminaría la carrera. Aquí me encontré a Josh Howe con quien anteriormente había corrido MMT y en el 2016 terminamos juntos la carrera. No se veía muy bien, se sentía mal y eventualmente abandonaría la carrera. Desde temprano esta carrera venía haciendo estragos con los corredores. Había arrancado la carrera con una botella de mano y dos en el cinturón que llevaba. Ahora estaba corriendo con una de las botellas del cinturón vacía porque con dos llegaba de estación a estación sin problema.

Mapa de Massanutten Mountain Trail 100 con perfil de elevación

Elizabeth Furnace es el primer tercio de la carrera. Llegué como 20 minutos antes que el año pasado, a las 12:17pm, con un calor bárbaro. Aquí me tomé mi primera cerveza de la carrera. Comí pepinillos encurtido, papas con sal, sandía y me tomé lo más que pude de jugo de pepino mientras me terminaba mi pinta. En estación me encontré con Paul Crickard con quien terminé mi primer Massanutten. Me dijo que desde entonces no había vuelto correr MMT 100 y que ya estaba retirado después de su quinta carrera. Aquí me alcanzó Louie, con quien había conversado la noche anterior en el campamento. Se retiró en esta estación, víctima del calor también.

Estación de Elizabeth Furnace – Milla 33.3

De EF a Shawl Gap (8kms) viene una trepada corta seguida de una bajada. Ya me sentía que estaba bajando el paso. Seguí corriendo por la subida a Shawl, pero ya no podía correr la subida con tanto ánimo. Me impresionó lo seco que estaba el camino. Siempre hay varios arroyos que cruzar en esta sección y era imposible mantener los pies secos. Esta vez pude saltar todas las aguas que había en el recorrido. Por ahora mi carrera marchaba muy bien y estaba bastante intacto y sin dolores.

Seguí mi camino a Veach Gap después de unas sodas en la estación, sandía y más papas con sal. De Shawl a Veach se corre por una calle y el tramo mide 5kms. Todavía estaba pasando corredores en la ruta. Estaba corriendo esta carrera con una sola bolsa de apoyo en Habron Gap. Iba minimalista, no tanto como los corredores de punta que solamente llevan una botella, pero ellos generalmente cuenta con personal que los apoya en las estaciones. Yo solamente llevaba mi correa con dos botellas. Cargaba encima unas pastillas de sal, Jolly Ranchers, y una tira de Bloks.

De Veach a Indian Grave viene una sección que me gusta mucho. Trepas al lomo de Massanutten y se corre por lo alto por horas. El tramo mide 15 kilómetros. Me llevé todas mis botellas llenas. Dos con Tailwind y una con agua. La botella que tenía el agua, una botella suave, comenzó a botar agua por un hueco muy pequeño que no tengo idea cómo llegó ahí. Cuando comencé la trepada me tomé toda el agua de un tiro para cargarla dentro del cuerpo y que no se me derramara. En uno de los andenes largos de la subida me encontré un grupo grande de corredores que venían subiendo lento. A todos los dejé atrás.

Después de una hora corriendo por el lomo de la montaña comencé a sentir mucho sueño y a bajar la marcha. Por suerte había tomado unos geles que ofrecían en la última estación. Era hora de alimentarse para quitarme la modorra que me estaba dando. Seguí hasta encontrar un lugar con buena vista y me senté a consumir un Honey Stinger. Me pasaron tres corredores mientras gozaba de la vista. Dos de ellos eran veteranos que deben haber estado en mi categoría. Tercera venía una mujer que varias veces anteriormente me había pasado.

Rápidamente los carbohidratos del Honey Stinger entraron en mi sangre y resumí mi progreso. Cuando comenzó la bajada a Indian Grave apreté el paso y al poco rato volví a pasarme a los tres que me habían pasado. Estaba corriendo bien las bajadas. Quería hacer el mejor tiempo hasta Habron Gap porque ahí me iba a encontrar con Lorena (mi esposa), Tom y Ricky. Sabía que me iba a tomar mi tiempo en esa estación porque habían venido desde Front Royal a esperarme y apoyarme. En Indian Grave hice una breve parada y seguí de largo para tratar de llegar lo antes posible a Habron.

Llegué a Habron Gap a las 6:36pm, 8 minutos más lento que la última vez que corrí MMT. Lo curioso es que llegué en la posición 67 y la vez anterior llegué en la posición 120. El calor hizo estragos con los corredores. Aquí Lorena me tenía una Heineken helada esperándome y me supo a gloria. También me dio un par de Tylenol que tenía en mi bolsa de apoyo. Me comí un pedazo de pizza de queso, me apliqué más Nut Butter (que no estaba resultando tan bien como el Desitin), y pasé un rato agradable descansando y siendo atendido. A estas alturas ya tenía duda de lograr el tiempo que quería hacer en esta carrera, pero tenía bastante certeza que la iba a terminar.

Salí de Habron Gap hacia Camp Roosevelt casi media hora después que llegué. Me había tomado mi tiempo descansando. Me llevé mi chaqueta impermeable y una camiseta de manga larga por si acaso. Dejé guantes, gorra de lana y un buff caliente. Venía una trepada inmensa, la más grande de la carrera y otra travesía lagar por el lomo de la montaña. Me encontré a Gary Maier (66 años) saliendo de la estación. Ya se había retirado de la carrera por problemas estomacales y el calor.

Venía la trepada más larga de la carrera. Paso a paso fui ascendiendo en la penumbra hasta llegar a la parte más alta. Luego corrí un rato por el lomo para entonces iniciar la bajada a CR. Cuando se comienza a poner plano viene un sendero que no pareciera terminar y, de repente, de la nada, encuentras la estación. Bajando a Camp Roosevelt ya venía tropezando con las piedras y fui bajando la marcha para no volver a caer. Llegué a la estación a las 11:45 con hora y media contra el corte. Me tomé un café y una sopa y seguí mi camino. Aquí estaba Gary Knipling dando apoyo y se quedó un rato conversando conmigo y animándome. Me dijo que ya podía terminar caminando con el tiempo que me quedaba. ¡Esa no era mi intención! Salí rumbo a Gap Creek brevemente.

La trepada que venía era paralela a una quebrada y en años anteriores era muy mojada. En esta ocasión el camino estaba casi seco y, con cuidado, estaba procurando no mojarme los pies. Estaba claro que iba más lento así pero quería tratar de mantenerme mis medias secas porque hasta ahora venía con los pies intactos. Ya me hacían falta más acetaminofén pero mis pastillas se habían quedado en Habron. Tenía la espalda inferior algo adolorida de la caída. Se me habían apretado los músculos y me molestaba. Bueno, no quedaba otras cosa más que persistir.

Llegué a Gap Creek a como a las 2am, justo a tiempo para ver al corredor #3 pasar por la estación rumbo a la meta. Yo todavía tenían un largo recorrido por delante antes de regresar a esta estación. Aquí me tomé un caldo de pollo que estaba buenísimo. En todas las estaciones me habían tratado fantástico. Esa es una cualidad de esta carrera: los voluntarios y las estaciones son estupendas. Poco a poco estaba rayando el coco. Ahora venía la trepada de Jawbone que en años anteriores había que hacer dos veces. Este año habían quitado la segunda trepada y cambiado el recorrido para ir directo a la meta cuando pasara por aquí la segunda vez.

Después de casi una hora trepando el sueño comenzó a envolverme en su tiniebla. Me había despertado a las 2am y ya llevaba 25+ horas despierto. Iba progresando lentamente pero nadie me venía alcanzando. Podía ver unas cuantas luces más abajo en los andenes que subíamos, pero todos íbamos al mismo ritmo. Esta trepada se pone empinada al final pero luego se vuelve una interminable leve pendiente que demora horas. De Gap Creek a Visitor Center hay 15 kilómetros.

Ya en el lomo me alcanzó una pareja: un corredor con su pacer. Rápidamente me estaban dejando atrás. Decidí que tenía que mantenerme con ellos porque, de lo contrario, el sueño podía ponerme en peligro. El esfuerzo por acortar la ventaja que me llevaban logró sacarme del sopor que cargaba encima. La mujer, que iba atrás, me pidió que la adelantara porque mi luz estaba muy brillante y le causaba sombra. Ofrecí bajar la intensidad de mi lámpara pero ahí se quedó hasta que pasara.

Cuando me alcancé al corredor, este me dejó pasar también. Al rato ya no los veía. El acelerón había reactivado mi sistema haciendo buen tiempo. Desgraciadamente, en una sección difícil, tropecé y me caí. Quedé con la mano derecha pelada y la rodilla derecha bien raspada. Cuando me levanté del piso vi que la pareja me estaba alcanzando nuevamente. No perdí tiempo en reanudar mi marcha. Al rato me encontré un corredor durmiendo en el camino. Luego me pasé a otro corredor que creo que había hecho una parada para la número dos, o ya venía con el culo sollado y se había aplicado lubricante (era una de las dos).

Llegué a Visitor Center como a las 6am. Ya venía saliendo el sol y tenía esta carrera dominada. Con el sol saliente viene una renacer de las energías y, sabiendo que ya estaba descontando para el final, volví a tratar de subir la marcha. Traté de comer unos huevos revueltos pero no hubo forma de llevarme la comida a la boca. Pude tomarme un miso y unas tajadas de sandía. Salí contento hacia Bird Knob, una diminuta estación en el espinazo de Massanutten.

Arriba de Bird Knob con Shenandoah al fondo

Cuando llegué a la piedra de Bird Knob hice una parada para tomar una foto del valle del Río Shenandoah que se puede apreciar bien desde ahí. Al fondo podía ver Skyline Drive, una calle que va por todo el filo de Shenandoah National Forest y que también es atravesada por el Appalachian Trail. Seguí mi camino a la estación que todavía estaba como a tres kilómetros más adelante. En esta estación logré tomarme unas tabletas de acetaminofén que me habían dado en VC. Esto pronto me daría movilidad cuando el efecto me quite el dolor en la espalda.

Hacer esta carrera por cuarta vez me permitió correr con mucha confianza en que terminaría la carrera. Al partir de Bird Knob ya me quedaban menos de 30 kilómetros por recorrer. Ya no me estaba preocupando del tiempo que tenía para terminar la carrera porque sabía que tenía que pasar algo muy atroz para que no pudiese llegar a la meta. Caminando podía terminar lo que me faltaba. ¡Yo quería mejorar mi tiempo!

Ya solamente tenía que manejarme con cuidado: no hacerme daño, subir tranquilo, correr controladamente las bajadas, y cuidar mi alimentación. Todo lo que venía estaba claro en mi mente y los analgésicos ya estaban entrando en acción. Bajando hacia Picnic Area me pasó un muchacho y me preguntó sobre los tiempos de corte. Le dije que no se preocupara, ya tenía la carrera terminada. Me dio las gracias y me dejó atrás. Ya varias veces antes me había pasado, pero esta vez estaba seguro que ya no lo vería hasta la meta. La bajada a Picnic Area me ha hecho alucinar anteriormente pero ya venía experimentando leves alucinaciones desde hace rato. Me había levantado tempranísimo el sábado.

Cuando llegué a Picnic Area me recibió el capitán de la estación y me preguntó que cómo estaba. Le dije que estaba muy bien y quería partir de una vez para la meta a acabar esta carrera. Me dijo que tenía que comer algo antes que me dejara partir. Yo le dije que sólidos ya no los pasaba pero que si tenía una cerveza quedaría contento. Efectivamente, me trajo una Founder’s IPA y un vaso con ginger ale para corretear la cerveza. ¡Gocé cada sorbo! En cuanto terminé le informé al capitán que me iba y este revisó que hubiese completado la tarea. ¡Partí rumbo a terminar esta carrera! Ya no iba a parar más.

De Picnic Area a Gap Creek 2 (la segunda visita a la misma estación) hay 15.52kms y una trepada larga de más de 500 metros que parece interminable. Esta trepada me ha llenado de angustia anteriormente pero esta vez estaba contento de estar trepando porque sabía que en cuanto coronara la subida iniciaba mi descenso a la meta final. Me sorprendió que, aún después de tres recorridos anteriores, todavía esta subida es más larga de lo que me esperaba. Al final de la trepada hay que recorrer las piedras de una quebrada que en años anteriores estaba llena de agua. Esta vez estaba mucho más seca. Siempre pienso, cuando llego a esa parte, que haber puesto esta trepada al final de la carrera es una crueldad intencional.

Cuando coroné y comencé la bajada final estaba contento: había hecho una buena carrera hasta ahora. Bajando trataba de moverme rápido pero el camino hasta la calle es rocoso y dificulta correr rápido después de tantas horas en movimiento. Eventualmente llegué a Crisman Hollow Road, la recta final a la meta. Fui acelerando el paso poco a poco hasta llegar cerca de 6:30 minutos por kilómetro (nada del otro mundo pero es un paso decente para cerrar 160 kilómetros). Me pasé la entrada a Gap Creek y tuve que regresar unos metros. Después de pasar a rellenar mi botella regresé a la calle, ahora sí estaba en el último tramo.

En la recta larga podía ver que todos los corredores que tenía por delante estaban caminando. Iba a recortar muchas posiciones si seguía corriendo. Y así mismo fue… mantuve mi paso por los 6 kilómetros que me llevaron a la meta y me pasé a 8 corredores (parecían más por sus pacers) en el camino. Habían cambiando la llegada a la meta y tuve un ligero desvío que me quito otro par de minutos en el sendero que parecía un laberinto. Finalmente apareció la meta y apreté el paso para cerrar con fuerza antes que el reloj marcara las 34 horas. ¡Terminé mi cuarto Massanuten contento con choque de puños con Kevin Sayers, el director de la carrera que esperaba en la meta para felicitar a cada corredor!

¡Terminé!

En la meta estaba Lorena esperándome junto con Tom y Ricky, unos amigos que nos habían hospedado en Front Royal. Después de unos momentos para recuperarme pasamos a sentarnos bajo un árbol en la sombra y tomarnos la cerveza de celebración. ¡Estaba gloriosa la Heineken que me ofreció Lorena! ¡Gracias Cosa Bella por tu apoyo!

Notas para recordar:

  • Squirrel’s Nut Butter no es tan bueno como Desitin.
  • Los lentes de sol fotocromáticos son importantes. Tenía los ojos rojos de tantos bichos que me entraron en los ojos, y el polen también.
  • No dejar los analgésicos.
  • Las Hoka SpeedGoat 3 volvieron a probarse fantásticas. Terminé sin un dolor en los piés.
  • Las medias DryMax me protegieron maravillosamente y evitaron todas las ampollas.
  • Llevar pastillas de café para la noche. Creo que me hubiese ayudado y no traje esta vez.

Finalmente completé mi cien millas #10. Nunca es fácil terminar una carrera de esta distancia. Kerry Way 200 y Western States #2 son mis únicos DNFs (did not finish) hasta ahora. Espero poder mantener eso así. Creo que todavía puedo llegar corriendo a los sesenta años y el próximo año regreso por mi quinto Massanutten.

Por Irving Bennett

Siempre listo.

Deja un comentario