Ahora si es oficial: tengo, o tuve, Leismaniasis. El miércoles en la mañana cuando regresé al Gorgas me salió positiva la prueba de Montenegro. La escoriación donde me inyectaron los promastigotes muertos de Leishmania estaba irritada y había reaccionado positivamente. Lo curioso es que ya las lesiones se ven mucho mejor.
Me ha costado conseguir el medicamento, pero ya lo encontré en la Clínica Especializada del Seguro Social. Todavía no he podido iniciar el tratamiento por que la receta que llevé no cumplía con el estándar que exige el Seguro Social. Ya conseguí la receta hecha a satisfacción de la CSS y el lunes debo tener las ampolletas en mis manos.
Lo curioso es que estoy sospechando que para esa fecha las lesiones ya van a estar secas y curadas. Cuando fui el lunes al Gorgas las lesiones estaban abiertas por que las había raspado con fuerza cuando estaba en la piscina de El Valle, relajándome por horas en el agua termal natural que mantiene la temperatura en 35 grados centígrados todo el año. El sábado y el domingo mi amigo Beto y yo nos dimos unas pedaleadas largas por los senderos de El Valle. Cuando las lesiones estaban blandas después de tanto tiempo en el agua les di una buena restregada. Es posible que haya logrado sacar todos los parásitos, pero esto todavía darías resultados positivos en la prueba de Montenegro.
También tendría resultados positivos en la prueba de Montenegro si en alguna vez anterior tuve lesiones de Leishmaniasis y estas se curaron solas. No creo que este sea el caso, pero es una posibilidad. Todo esto lo pienso por que estoy buscando una salida a las 40 inyecciones que tengo por delante. ¡No me atraen para nada! En este caso la cura casi parece peor que la enfermedad. 20 días atolondrado por el antimonio pentavalente no me parece relajo…
Deja un comentario