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Anteojos vs Lentes de Contacto

He quedado con un debate en mi cabeza sobre anteojos versus lentes de contacto en las carreras grandes. Por mucho tiempo he usado lentes de contacto cuando salgo a hacer ejercicio. El resto del tiempo siempre uso anteojos. Hace unos años me conseguí unos Oakley de prescripción pensando en comenzar a correr más a menudo con lentes para no andar con el lío de los lentes de contactos. Los Oakley me funcionaron de maravilla, tanto que me mandé a hacer unos con lentes Transition (fotocromáticos), y luego otros con Transitions y progresivos.

Ahora solamente estaba usando los lentes de contacto para kayak y bicicleta. Para kayak por el agua, y para bicicleta porque así usaba unos lentes más grandes que me protejen del lodo y las piedras que tira la llanta delantera hacia arriba. Cuando voy a caminar al bosque también me pongo lentes de contacto porque así me ahorro el problema de los lentes empañados por la humedad del ambiente y el vapor que salé de mi cuerpo. Todo esto lo tomé en cuenta cuando me fui a correr el Ultra Trail du Mont Blanc. Me llevé mi mejor par de anteojos, lentes de deporte fotocromáticos y lentes de contacto.

Al momento de tomar la decisión final, el día de la carrera, decidí irme con mis anteojos. Todavía estoy pensando sobre esa decisión. Cuando llegué al punto más alto del UTMB 2012, y entré en la zona de nieve, estaba nevando. Mis lentes se mojaron con la lluvia y la nieve y mi visión quedó completamente comprometida: era de noche y casi no podía enfocar el terreno. Estaba corriendo con todo borroso, en la noche. ¡Qué cosa más desagradable!

Cuando pensaba en que iba a tener que correr por más de 40 horas, y que iba a pasar dos noche con los ojos abiertos, recordaba como me sentía con los lentes de contactos durante las horas de la madrugada en mis ultras anteriores. Los ojos se siente como si tuviera arena entre los lentes de contacto. Especialmente en Western States 100 me sentía así porque había mucho polvo en un par de tramos. En Javelina no me molestaron tanto los lentes, por fortuna. Pero dos noches con el mismo par de lentes creo que hubiese sido una desgracia.

Igual, mi plan era usar los lentes y llevar mis anteojos como respaldo. Cuando ya no pudiera tolerar más los lentes de contacto los botaría y pasaba a usar anteojos. Esto era medio complicado: tenía que llevar mis lentes de sol para usar con los lentes de contacto, lentes de presbicia para ver de cerca cuando tenía los lentes de contacto puestos, y mis anteojos de prescripción para cuando me quitara los lentes de contacto. A la hora de la carrera me fui por lo simple: mis lentes de prescripción. Y llevaba otro par de respaldo.

Pero cuando la cosa se puso dura, los lentes me fallaron. Mi visión quedó comprometida por la lluvia, la condensación, y la nieve. Los lentes de contacto hubiesen sido la solución. Y hasta creo que llevaba un par en la mochila, pero hubiese sido imposible ponérmelos bajo las condiciones en que me encontraba. Si salgo en la lotería de Hardrock 100 creo que voy a usar mis lentes de contacto (y llevar mis lentes de prescripción de respaldo).

Por Irving Bennett

Siempre listo.

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