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Reporte Miwok 2012 100k


¡Misión cumplida! Todo el equipo panameño desempeño un excelente papel en Miwok 2012. Todo el entrenamiento que hicimos juntos se vio reflejado en el resultado: 4 de nosotros terminamos dentro de los mismos 20 minutos, después de 100 kilómetros corriendo por un terreno con 3,800 metros de desnivel. Luis y Jose no terminaron en el mismo bloque por que a uno lo molesto una rodilla y al otro el estómago (todo puede pasar en una carrera tan larga).

Daniel Brostella 14:46:35
Roger Bennett 14:54:55
Rompy Bennett 15:02:58
Carlos Retally 15:03:44
Luis Stoute 16:17:42
Jose Orillac 16:42:16

Yo tuve un gran día, producto de todo el entrenamiento previo, y casi termino junto a mi hermano Roger, que el año pasado me sacó un par de horas en la carrera. No solamente eso: todo el mundo demoró de 1 a 3 horas más para terminar el nuevo recorrido de esta carrera, mucho más exigente que el año anterior, y a mi me tomó menos, casi 1 hora menos.

La partida fue en Stinson Beach este año y la adelantaron a las 5:00am. Después de una breve vuelta por el estacionamiento iniciamos la trepada más grande de todo el recorrido hacia Bolinas Ridge, a 545mt de elevación, recto hacia arriba. A los pocos minutos de estar trepando ya se veía una culebra de cocuyos subiendo el costado de la montaña. Todo este recorrido lo hice con Daniel y Carlitos, ya que las liebres salieron por delante en cuanto sonó la campana. Mi plan era tratar de correr pausadamente la primera parte de la carrera y luego ver que podía hacer por el resto. Los tres seguimos juntos hasta que poco a poco me fueron dejando atrás en Bolinas Ridge.

El día estaba espectacular, con un cielo azulado sin una sola nube y poco viento. Aún así, iniciamos a correr con frío. Sin llevar ningún apuro especial habíamos quedado en toda la mitad del paquete de corredores. La primera parte de la carrera era un circuito de Stinson Beach, subiendo al lomo de Bolinas, pasando por la estación de ayuda de Bolinas y luego bajando a la estación de Randall, donde girábamos para regresar de vuelta a Stinson. Al par de horas corriendo ya estaba rodeado de un grupo de corredores que me acompañarían por gran parte del recorrido.

Cuando inicié la bajada a Randall me encontré con Roger, que venía de primero. Llegando a Randall me paso Lagarto (Jose Orillac), y Luis Carlos venía saliendo de la estación cuando llegué. Daniel y Carlitos estaban hidratándose y comiendo en la mesa cuando me acerqué a hacer lo mismo. Esta estación estaba a 20km de la partida, medio maratón, y me había tomado 2:37:45 llegar, lento para un maratón, pero algo rápido para esta distancia. Tal vez estaba corriendo por encima de lo razonable, o tal vez estaba mejor entrenado.

Cuando salí de la estación ya Carlitos y Daniel estaban en la subida. Arranqué caminando, pero me sentía con fuerzas para poder correr a trote de soldado loma arriba, con pasitos cortos y rápidos. Yo casi que puedo hacer ese paso manteniendo el mismo esfuerzo que me tomaría caminar loma arriba si la pendiente no es tan elevada. Al poco rato me alcancé al dúo dinámico y los dejé atrás. De repente, al rato, volteo la mirada y me encuentro con Daniel subiendo a balazo para alcanzarme. Corrimos juntos hasta coronar ese ascenso mientras conversábamos y veíamos a todos los corredores que apenas iniciaban su bajada. Calculo que en esos momentos estábamos por delante de la mitad de los corredores y llevábamos ya un cuarto de la carrera dentro del bolsillo.

Al poco rato nos alcanzó El Rets (Carlitos) y nos fuimos juntos en la tertulia, comiendo kilómetros escuchando a Daniel ejercitar la lengua. En algún momento paré a tomar una foto y quedé atrás. Ya solo me dediqué a gozar del paisaje, los árboles gigantes, y a correr eficientemente. Procuraba subir rápido las pendientes, mezclando caminar y correr mientras mantenía mi ritmo cardíaco a un nivel cómodo. En las rectas subía mi ritmo, tal vez a algo cerca de los 6-7 minutos el kilómetro y en cada bajada soltaba los frenos, acelerando hasta donde pudiese aguantar dejando que la gravedad hiciera su trabajo.

En algún momento me alcance a Carlitos que se estaba quejando de sus quadriceps y las pantorrillas. Para los quads no hay mucho que hacer, pero le dije que pisara más plano para descansar sus músculos. Prácticamente entramos juntos de vuelta a la estación de Bolinas, a los 30km, casi el primer tercio. Pasé por esa estación con apuro por que la próxima era Stinson Beach a los 42km y allí, posiblemente, haría una para más larga. El tramo hasta salir a los herbazales, mientras corremos bajo los redwoods gigantes, es uno de mis favoritos de esta carrera. Al salir al campo abierto vi que Daniel ya se me estaba alejando, casi a 750mt de mi. Le dejé saber que estaba cerca con un grito de on ON!

Regresando a Stinson hice todo lo posible por mantenerme con un grupo de corredores que habíamos quedado juntos en el sendero de Bolinas. En algún momento quedé junto a Octavio Ocampo de México. ¡Qué pequeño es el mundo! Resulta que su tía es la dueña de la cadena de restaurantes La Mexicanita en Panamá, y el próximo año viene de visita. Octavio y yo nos mantuvimos cerca toda la carrera y, al final, me dejo atrás en la última subida para terminar con 14:50:32.

La bajada de Bolinas a Stinson fue por un sendero distinto al que usamos para subir. El sendero que bajaba de regreso a la playa era un zig-zag interminable, con escaleras, raíces, puentes y un ambiente muy agradable que iba cambiando a medida que la humedad aumentaba más cerca del mar. Esta bajada parecía más larga que la bajada a Randall y después de un rato comenzó a cansarme el descenso y ajuste un poco la marcha. Todavía quedaba mucha carrera por delante. Llegué a la estación de los 42km (un maratón) en 5:30:00 y me reuní con mi gente. Cuando estaba llegando ya podía escuchar a Cosita (Lorena) gritando. Luis Carlos aún estaba en la estación cuando llegué, pero salió casi inmediatamente.

Haciendo un inventario de mi estado decidí que era hora de ponerme las medias que llevaba en mi cinto. Había estado corriendo sin medias, pero las Brooks Pure Grit que cargaba me habían raspado el dedo pequeño del pie izquierdo y mejor lo protegía. Carlitos llegó a la estación unos 5 minutos después que yo y decidí esperar hasta que saliera para irnos juntos. Está estación fue la transición más larga de todo el recorrido, como unos 13 minutos en total. Super Rets y yo partimos con baterías recargadas camino a Muir Beach, rumbo a las escaleras del Dipsea Race, la carrera más vieja de Estados Unidos.

La trepada que nos esperaba era de 430mt y nos llevaría a correr por Muir Woods, un bosque de árboles gigantes espectacular. El recorrido inició con una subida leve por escaleras largas, pero pronto se fue poniendo vertical y las escaleras cada vez más grandes. En algún momento Carlitos se fue quedando atrás para luego alcanzarme en la bajada. Este patrón se repetiría a través de toda la carrera. Al llegar a la parte casi plana, camino a Muir Beach, nos encontramos a Luis Carlos, que ya estaba corriendo más lento. Carlitos se lo pasó y yo le seguí, no quería que me dejara atrás. Además, esta parte del recorrido es super-divertida, un sendero que culebrea entre arbustos, flores y herbazales, con una superficie suave y pareja.

Cuando llegamos a Muir Beach nos encontramos con el comité de recepción en pleno: Larissa, Adela, Lorena, Isa, Jennifer, Tío Miguel y Tía Irene, igual que en Stinson Beach. Aquí me actualizaron con el estado del equipo Panameño: Lagarto iba adelante, luego Daniel y Roger corriendo juntos. Isa me contó que Roger estaba sintiéndose bajo de ánimos. En este momento ya estábamos pasando la mitad de la carrera, 53km recorridos. Por ahora todo marchaba bien, el día estaba algo caliente, pero nada agobiante para los que estamos acostumbrados a correr en Panamá. Después de besos y abrazos con mi mujer partí hacia Tennessee Valley, la próxima estación.

En esta próxima trepada me encontré con Dave Mackey, ganador del año pasado, liderizando la carrera ampliamente. Mackey ya venía de regreso a la meta y era obvio que no iba a estar cerca de las 8 horas que hizo el año pasado. Ya me imaginaba que este año la carrera iba a estar más difícil que en el 2011. En esta subida me iban pasando muchas personas, pero la mayoría estaba sencillamente haciendo ejercicio, por suerte. En la bajada final hacia TV apareció Carlitos nuevamente, pasándome con facilidad en el descenso, había encontrado su forma para aprovechar la gravedad al máximo. Yo pasé por TV a balazo: sentía ganas de ir al baño y no encontré facilidades, así que decidí seguir adelante para la próxima estación para ver si llegaba antes que la naturaleza me jodiera. Ya tenía 60km de carrera en el bolso y solamente me quedaba poco menos de un maratón por delante, ya llevaba 8:35:00 corriendo.

Haciendo inventario de mi estado, estaba bastante entero y solamente estaba algo sollado por donde no brilla el sol (bastante normal para mi a estas alturas). La subida saliendo de TV hacia Rodeo era bastante gradual, pero ya no tenía mucha energía para correrla. Ahora estaba alternando una caminata rápida con unos cuantos pasos de trote. A estas alturas solamente me estaba manteniendo a la par del grupo con el que llevaba un par de horas corriendo, principalmente un par de jóvenes corredoras que estaban haciendo un excelente papel. En esta subida me alcanzó una mujer y en la conversación me dijo que había corrido Western States en 27:30 en el 2010 y ahora había vuelto a clasificar.

Al poco tiempo llegamos a un lugar con una vista espectacular de San Francisco y el Golden Gate. Aquí nos estaba esperando Dan Gomez y su esposa Jennifer para tomarnos fotos. Dan y Jen habían venido de Soda Springs a compartir el fin de semana con nosotros y tomar fotos del equipo de Panamá y de la carrera. ¡Qué suerte para nosotros tener un fotógrafo interesado en documentar nuestro progreso a través de la carrera! El día anterior habíamos estada caminando por esta sección buscando un buen lugar para que Dan tomara una foto que tenía en mente: el corredor con el Golden Gate de trasfondo. Pero ese ángulo no sería posible por la dirección del recorrido.

Llegué a la estación de Rodeo en 9:48, 68.48km recorridos. Ya conocía todo lo que me quedaba por delante, básicamente me sentía que quedaba una cantidad conocida por delante y nada más tenía que seguir ejecutando juiciosamente mi plan de carrera: gel cada media hora, tomar líquido cuando sentía sed, mantener mi respiración a un ritmo cómodo y aprovechar las bajadas. El sendero hacia la playa es muy agradable y ahora estaba pasando corredores en la bajada, todavía podía avanzar a buen ritmo ayudado por la gravedad. Esta parte la corrí junto a Iris y Margaret el año pasado y las tuve en mente toda la bajada.

Al llegar a la playa me pasó Rob Apple, que ya ha completado mas de 600 ultras y aún sigue a un ritmo impresionante haciendo una 24 ultras al año. Rob había pasado media hora después que yo por Stinson y ahora estaba acelerando cómodamente hacia la meta. Al final me sacaría casi media hora al completar la carrera en 14:36:25. Rob siempre corría con Susan Donnelly. Este año los vi separados y es posible que hayan terminado su larga relación: los vi la primera vez corriendo en Javelina Jundred en el 2010. El cruce de la playa fue algo incómodo con toda la arena haciendo difícil el recorrido, pero esto nivelaba el terreno para todos. Luego venía la subida interminable de Marin Headlands.

Casi toda esta subida la hice con Betsy Johnson, a quien me había alcanzado al pie de la subida. Durante la subida me encontré a Lagarto caminando y apenas recuperándose de vomitar. Le pregunté por su pierna y me contó que no le estaba molestando para nada, pero ya se sentía sin energías. Le recomendé que aprovechara para comer ahora que había limpiado su estómago para que pudiese volver a darle combustible al cuerpo. Betsy me contó que en TV la esperaba su esposo para acompañarla hasta la meta, a donde llegaría en 15:14:36. Pronto después de ver a Lagarto divisamos Tennessee Valley a lo lejos. Al llegar a TV habría completado 80km del recorrido. En cuanto llegué al descenso volví a soltar el freno y dejar que la gravedad hiciera el trabajo.

Llegué a TV en 11:41 – casi una hora y media más de lo que me tomó correr los 80km de American River en el 2010. Ya el pie izquierdo me estaba doliendo, producto del trajín de la carrera. También sentía que el tendón de aquiles de ese lado estaba tierno y tenía que tratarlo con cuidado. Ahora estaba tratando de caer como una pluma en cada pisada, minimizando el impacto en mi cuerpo. Pero, la espalda estaba intacta y eso me tenía muy contento. Anteriormente a esta altura de la carrera ya tenía la base de la columna adolorida por el impacto de las bajadas. Esto lo atribuyo a todo el entrenamiento previo a la carrera.

Cuando salí de TV me tomé un par de Tylenols para aquietar el dolor del pie y poder dedicarme a correr sin distracciones. En la subida me estaban pasando varios corredores, entre ellos Betsy Johnson con su esposo. Esta parte del recorrido la había hecho al revés con Carmela el año pasado, ya casi a oscuras. Ahora nos tocaba un espectacular recorrido junto al mar siguiendo el contorno de las colinas que caen al Océano Pacífico. Ya me sentía que el fin estaba a la vista. Hacía rato que estaba con ansias de terminar para poder tomarme una cerveza helada, o dos.

Cuando llegué a la bajada volví a pasarme a todos los que me habían pasado en la subida. Muir Beach era la última para camino a la meta, llevaba 12:42 cuando llegué. Adela me preguntaba por Lagarto, preocupada por su esposo. Le conté que venía lento pero seguro. ¡Que agradable volver a donde los Panameños y Lorena que me animaba con su grito de «wohoo»! En la mesa de la estación había de todo, pero ya yo quería terminar. Le di una mirada a la oferta, tomé unas Coca-Colas y me rellené el bolsillo con geles para llegar a la meta con combustible. Solamente me faltaban unos 13km para acabar.

Saliendo de Muir Beach pasé por el Pelican Inn, donde me tomé una cerveza el año pasado durante la carrera. Esta era la segunda vez en el recorrido que pasaba por el Inn y ahora estaba listo para esa cerveza, pero estaba cerrado por una boda. ¡Que suerte la mía! Tenía que seguir si quería llegar lo antes posible a mi cerveza… Apreté el paso.

Cuando llegué al pie de la subida me alcanzó un pelotón. Entre ellos venía el Mex Octavio con sus cuates que había recogido en la playa. Entre ellos venía Jacklyn Gates, que junto con otra amiga habían estado corriendo a mi lado toda la tarde. Cuando le pregunté por su amiga me dijo que ya estaba andando lentamente. Lo entendía perfectamente por que ya la subida me estaba costando, estaba en las últimas y el corazón lo sentía a tope. Me estaba quedando atrás en relación al grupo que me rodeaba y no había mucho que podía hacer al respecto. En algún momento de la subida escuché el grito de Isa, mi cuñada, que acompañaba a mi hermano Roger: «¡Apura Rompy!». Los tenía cerca, a la vista.

Cuando salimos a una sección abierta pude ver a Roge e Isa cerca de mi, a no más de 500 metros. Pero ya iniciaba el descenso y volverían a dejarme atrás. Hice un esfuerzo por alcanzarlos y nunca logré acercarme. Al poco rato los perdí de vista completamente. Ya estaba en las últimas reservas luchando por mantener mi ritmo y terminar bajo las 15 horas. ¡Quería un 14 frente a mi tiempo! No hubo forma… las escalera de Dipsea no me dejaron aumentar mi ritmo y estaba bajando con cuidado para no hacerme un daño. Al final crucé en 15:02:58, seguido de cerca por Carlitos en 15:03:44, menos de un minuto. ¡Wow! ¡Qué manera de cerrar Super Rets!

 

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10 Días para Miwok

Brooks Green Silence
Brooks Green Silence

Bueno, ya hicimos todo el trabajo necesario para estar listos para Miwok 100km este 5 de mayo. Ya no puedo hacer nada para mejorar, y solamente nos queda cuidarnos para que nada suceda en los días que quedan. Ahora estoy repasando mentalmente lo que voy a hacer durante la carrera, y, principalmente, qué me voy a poner en los pies.

Hoka Mafate
Hoka Mafate

Estoy en dudas de las Hoka Mafate con que había pensado correr. Las zapatillas me gustan mucho por que me aislan del terreno y evitan que las piedras me hagan daño a la planta de los pies. Pero en Miwok no hay piedras en el camino, no que las recuerde. La superficie es tierra lisa, muy agradable para correr. Además, últimamente me han causado algo de dolor en el pie derecho después de varias horas: como son suaves permiten que el pie derecho se prone ligeramente, especialmente cuando los músculos se van fatigando. Siempre me las puedo cambiar en cuanto eso suceda, pero igualmente me las puedo poner después que el primer par de zapatillas me incomode (que puede que nunca suceda).

Las Brooks Green Silence no son zapatillas de trillo, pero Miwok es tan poco técnico que estoy seguro que lo puedo correr en lo que se me ocurra. Las Green Silence pesan la mitad de lo que pesan las Mafate, y me quedan como un guante. Podría hasta correr sin medias, como más me gusta. Sin medias y con las Brooks mis pies irían libres de masa inercial, casi como correr descalzo.

Green Silence 7oz vs Mafate 11oz más las medias que absorben algo de líquido. Las Mafate amortiguan mucho más que las Green Silence, especialmente en las bajadas. Seis de una cosa, o media docena de la otra, ¿qué hacer?

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Listos para Miwok 100km

Sendero del Río PacoraAyer completamos nuestro último gran fondo para Miwok 100km. No cumplimos la tarea por que nos quedamos cortos corriendo solamente 34km de los 50km que teníamos planeados, pero el sol se puso inclemente y decidimos abandonar. Aún así, fue un excelente día corriendo desde San Miguel hasta Altos de Pacora ida y vuelta. Este recorrido lo hicimos hace 5 semanas y resulto claro el progreso que logramos en el tiempo que transcurrió desde la primera vez que hicimos el recorrido. Esta vez fuimos más rápido y se sintió más cómodo.

Me faltó comida en este recorrido. Mi botella de gel se me perdió en la primera bajada larga, un descenso desde 400 metros hasta 100 metros en unos 2 kilómetros. En algún lugar de esa bajada quedaron mis 5 onzas de gel, las 600 calorías que me iban a mantener a tope durante la corrida. Por terco y no comerme todos los otros paquetes de sólidos que llevaba terminé gateando la última loma. Perdí como cuatro libras en el entrenamiento, que no necesariamente es una buena cosa. Algo de ese peso tiene que haber salido de mis músculos, un recurso que deseo mantener intacto hasta la carrera. Estoy seguro que no fue de líquido por que tome agua en suficientes cantidades, tenía todo el Río Pacora para abastecerme.

Mis compañeros, Daniel, Lagarto y Roger, me sacaron varios kilómetros de ventaja, corriendo alrededor mío, como si yo fuera un bulto. Trataré de hacer algo al respecto en estas últimas dos semanas antes de la carrera. Ahora que tengo el fondo puedo correr mucho menos y hacer entrenamiento de intervalos para aumentar mi velocidad, mezclados con un par de corridas de tempo sostenido, en un lugar plano, como en la calzada de Amador.

Qué agradable es haber hecho las adaptaciones para las largas distancias. Ahora puedo correr un maratón y terminar sin ninguna molestia. Estoy curioso por ver cómo voy a terminar los 100km de Miwok. El año pasado terminé Miwok con un dolor intenso en la ingle derecha. El dolor inició después que me enfrié, pero amanecí bastante recuperado. Ahora hemos hecho todos nuestros fondo corriendo grandes desniveles, arriba de 1,000m por recorrido, y estoy seguro que los músculos y tendones estarán preparados para el abuso de esta próxima carrera. Y todo esto es solamente el preámbulo para Mont Blanc 2012, con 10,000m de desnivel.

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Miwok 2012 y Ultra Trail Mont Blanc 2012

Camino a Miwok 2012 y UTMB 2012 he dejado pasar el tiempo sin actualizar esta bitácora. He estado ocupado corriendo y corriendo, y pasando tiempo con mi Lorena, Irving y Laura. Daniel Brostella, José Orillac, Carlos Rettally, mi hermano Roger, Luis Carlos Stoute y yo vamos para Miwok este 5 de mayo, 2012. Junto con ellos he corrido fondos largos todos los fines de semana de estas últimas cuatro semanas: 32km de San Miguel a Altos de Pacora (ida y vuelta), 50km de Mamoni, 38km en El Valle (hasta Jordanal), y 50km de El Valle Trail Race este viernes de Semana Santa.

Jamás antes había corrido tanto, tan de seguido, y con tanta frecuencia. Estoy muy curioso por ver cómo me va a ir en Miwok este 5 de mayo. Mi meta es algo atrevida, 13:59:00, pero muy dentro de mis límites teóricos. Es una meta atrevida por que el año pasado me tomó 15:59:00 completar el mismo recorrido. Está dentro de mis posibilidades por que una proyección típica de mis tiempos de carrera indican que debería tomarme aún menos tiempo completar ese recorrido. Anteriormente siempre he llegado con menos entrenamiento a las carreras de ultra distancia, pero esta vez tengo el fondo en mis piernas. Ya mi corazón también ha hecho su ajuste a mi nuevo nivel de actividad y estoy registrando pulsaciones debajo de 50 latidos por minuto. Hacía mucho tiempo que no estaba latiendo tan lento mi corazón.

A menos de un mes de Miwok ya estoy en forma. Anteriormente estaría en un estado de entrenamiento apurado para tratar de llegar a la carrera en buena forma. Este año voy a darme el lujo de descansar antes del evento para llegar en óptimo estado a la partida. Y todo este entrenamiento será la base para Ultra Trail Mont Blanc en agosto. Antes, quiero hacer un par de sesiones de velocidad para cerrar el entrenamiento con broche de oro. He estado corriendo relativamente lento, construyendo mi fundación de tiempo sobre los pies y reforzando el sistema esqueletal para que aguante el estrés de intervalos a velocidad.

Hemos corrido muchas lomas en este entrenamiento. Recuerdo que mis flexores de caderas estaban desbaratados después de Miwok el año pasado. Espero que este año ni se den cuenta del evento al que los voy a someter. Necesito poder pasar de Miwok a Mont Blanc sin mayor descanso para poder llevarme todo este entrenamiento sin tener que hacer ni un paso atrás en mis corridas. Todos los fondos largos han tenido desniveles proporcionales a los que vamos a encontrar en nuestras pruebas futuras. Creo que, aparte de los intervalos, solamente me hace falta un poco de entrenamiento de fuerza para llegar cómodo a nuestra próxima carrera.

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Hardrock 100

Bueno, envié mi aplicación a esta carrera, por si acaso. Esta carrera es igual de difícil que  el Ultra Trail de Mont Blanc, o, tal vez, aún más difícil. Pero creo que así aprovecho el entrenamiento y mato dos pájaros con la misma piedra. Ya tengo una idea de cómo es el recorrido, tengo los mapas de la carrera, y conozco el lugar de cuando acompañamos a Luis Carlos a participar en esta carrera, como cuadrilla de corredor. Necesitaba tener algo en el plato para ir picando mientras llega UTMB.

El 4 de diciembre es la lotería, y, hasta entonces, esto solamente es una aplicación. Dentro de dos semanas sabré los resultados. Si sigo con mi buena suerte, voy para Silverton a correr por esas montañas tan esplendorosas. ¡Tengo todos los dedos cruzados!

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Hoka One One Mafate

Hoka One One Mafate
Hoka One One Mafate

Tengo un caso de angustia extrema ocasionado por Air Facility. Después de El Valle Trail Race quedé con la planta de los piés algo adolorida por usar mis zapatillas minimalistas Inov-8 X-Talon 235. Creo que ya venían algo resentidas de otros eventos anteriores, pero las piedras de El Valle me hicieron dudar de continuar mi ruta minimalista hacia una zapatilla aún más liviana, como la nueva 195 que se compraron Daniel y Carlitos (y que yo también quería).

Ahora que ya casi he gastado mi par de zapatillas de trillos me decidí a reemplazar mi zapatilla por la Mafate. De allí viene mi angustia: las zapatillas ya tienen más de 10 días de estar en Panamá y nadie me puede decir cuando me las van a entregar. Normalmente no me preocuparía, pero quiero usar estas zapatillas para Javelina Jundred en noviembre. Pero ahora estoy con la preocupación de que no me las entreguen a tiempo.

Actualización: ¡llegaron! Son masivas, espumosas, y me desconectan completamente del suelo. Después de estar acostumbrado a sentir que hay debajo de mis pies, con estas bestias no siento nada. Además, ruedan. Mi pie no se dobla en los meta-tarsos, rueda todo junto sobre la mecedora que forma la suela. Muy interesantes… Este fin de semana me voy a pasar corriendo el «Ballbuster»  y el «Ballbruiser» del InterAmericas Hash en Savannah, Georgia.

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El Valle Trail Race 2011 Terminada

Partida
Los Valientes de 50km

¡Sobreviví El Valle Trail Race una vez más! Ahora si fue una bona fide ultra. A Daniel su reloj le marcó 49.82km, y a Carlitos le salió 50.1km. La próxima vez corremos la partida un poco más hacia atrás para estar seguros que nadie se quede corto en kilometraje. El clima que nos tocó no pudo ser más apropiado: nublado y fresco. Lástima que muchas vistas se perdieron en las nubes, pero eso era preferible a chamuscarse bajo un sol abrasador (cómo fue el del día siguiente en El Valle).

A mi me fue muy bien en la carrera, aun que no logré hacer el tiempo que me propuse. Al final, me quedé corto en el entrenamiento. El corazón me limitó al final de mi carrera. Al principio quedé con Luis Mou, Mylene Benalzacazar, Luis Carlos Escárraga y Carlos Gordon. Los rápidos del clan nos dejaron atrás. En la bajada de La Silla me alcancé a Carlitos Rettally que se quejaba que el sendero estaba muy resbaloso. Pero una vez que llegamos a la parte plana apretó el paso y más nunca lo volví a ver. Carlitos terminó en 7:22:55, ¡impresionante!

Luis Carlos se quedó atrás en la bajada y no lo volví a ver más, pero Mylene, que también se había rezagado nos alcanzó. Mylene, Carlos Gordon y Luis Mou corrimos juntos la mayoría de los primero 30km. Justo después del giro hacia El Roble nos encontramos con los punteros de la carrera de 21km: el vallero Valentín Gil llevaba unos 100 metros por delante de Pedro Cordovéz. Desde ese punto hasta El Macancito nos estuvimos cruzando con los corredores de los 21km, muy divertido resultó ese plan.

Me alegró ver que las marcas que pusimos para la carrera estaban resultando. Aun que hubo gente que se perdió, la gran mayoría logró seguir la ruta sin problemas. En La Silla habían 5 libras de cal en el piso, y, aún así hubo quienes se extraviaron. Me extraño escuchar que Iris Regalado se fuera de regreso a El Valle por la ruta de los 21km por que ella y yo habíamos hecho el recorrido de El Macancito a Cabuya de regreso a El Valle por el Cariguana. A través de todo el tramo de regreso a El Valle, Luis Mou corría como liebre las bajadas y luego yo me lo alcanzaba en las subidas. Mylene venía justo atrás nuestro. Carlos Gordon se quedó atrás en esta sección y no lo vi más.

Después que giramos en Cabuya para regresar a El Valle, nos alcanzamos a Jake Moriarty en la subida. Estaba estirándose para  quitarse unos calambres. Subimos juntos hasta coronar el Cariguana. Mylene se nos quedó atrás en la bajada y llegando a El Valle nos alcanzamos a Javier González, que estaba caminando. Luis y yo llegamos juntos al Cool Zone de los 30km, seguidos de cerca por Javier y Jake. Mylene llegó a la estación de ayuda justo cuando yo iba saliendo. Al poco rato me alcanzaron todos menos Mylene.

Corrimos juntos la India Dormida, que también estaba muy bien marcada con cintas y pintura. Hubo un lugar donde Javier, que se nos había adelantado, tuvo un momento de confusión, pero yo lo llamé y seguimos por el recorrido correcto. Justo cuando iniciamos la bajada de La India tenía las zapatillas algo flojas y me estaba lastimando las uñas. Cuando llegamos a la Quebrada La Pintada yo paré para apretarme las zapatillas y el lote me dejó atrás. Ya no los volvería a ver más. Jake me sacó más de una hora en lo que faltaba del recorrido, que buen desempeño al final de su carrera.

Cuando inicié mi bajada de La India Dormida, rumbo a La Pintada, sentí que se me estaba aflojando el estómago. Por suerte pude aprovechar loa baños que hay en la entrada a La Piedra Pintada y fui, cómodamente, a los baños que tienen allí. Por 25 centavos me pareció que compré un trono. Ya para este momento veía muy difícil que lograra mi meta de 7:59:50 para la carrera y decidí aflojar mi paso. Ya mis pulsaciones se me habían elevado y los músculos intercostales estaban pidiendo un descanso.

En la subida a La Mesa me alcanzaron mis sobrinos y me brindaron una pinta. ¡Gloria! Me tomé un descanso conversando con ellos mientras me tomaba mi cerveza. Me dijeron que no venía nadie ni cerca de mi. Ya mi posición en la carrera estaba definida. Solamente me quedaba llegar a La Mesa, a un par de kilómetros y pronto iniciaría el descenso a La Meta. Estaba en la etapa de soledad de mi carrera.

Cuando pasé por la casa de mi Tío Dicky pegué un silbido y recibí apoyo de los tíos y primos que estaban por allí. Ya pronto llegaría a la última estación de apoyo, a 5km de la meta. En principio, nada iba a detenerme a menos que sufriera un accidente en lo que quedaba de la carrera. Venía una de las partes más hermosas del recorrido: Los Berrales y el sendero de Los Arboles Cuadrados. Llegando a la meta escuché cuando estaban premiando a los ganadores de los 50km.

Cuando llegué al Hotel Campestre me encontré con todo el Hash que estaba esperando a sus miembros. Yo crucé mi meta contento y me fui a buscar una cerveza fría. Pronto me encontre con Walther Carreño y Tino, que venían con una cerveza para mi. Había terminado mi carrera y podía iniciar la hidratación.

Acabo de pedirme un par de Hoka Mafates por que mis Inov-8 resultaron un poco minimalistas para un recorrido de 50km por El Valle. Ni Javelina, ni Western States me habían hecho considerar una prueba de las Mafate que había visto en los pies de Karl Meltzer en Hard Rock 100. En un par de semanas voy a estar probando las zapatillas más acolchonadas del mundo. Lo más probable es que termine corriendo Javelina Jundred con mis nuevas zapatillas, ya le tocaba la jubilación a las X-Talon 212.