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Seis Semanas para WS100

Mapa del sendero de Western States 100
Mapa del sendero de Western States 100

Hoy inician mis últimas seis semanas de preparación para Western States 100. Afortunadamente he quedado bastante completo después de los 100km de Miwok. He estado pensando a través de toda esta semana de descanso cómo hacer el mejor uso del tiempo que me queda. Mis metas principales son:

  1. Reforzar mi espalda
  2. Mejorar mi descenso en senderos
  3. Añadir fuerza a mis muslos.
Voy a necesitar que mi espalda resista el desgaste que me van a causar los 7,000 metros de descenso que hay en el recorrido de la carrera. La bajada empieza desde el principio de la carrera, después de subir la primera loma de 762 metros. Luego de Miwok me ha quedado muy claro que resistir el desgaste de tanto descenso será uno de mis principales retos. Mi espalda y mis talones son los que van a tener que soportar este abuso si es que voy a poder terminar esta carrera. En los 100km de Miwok, en donde ascendimos 2/3 de lo que me toca en Western States, las subidas no fueron un problema. Más bien, las subidas fueron mi parte favorita de esa carrera: son muy, muy agradables para mi por que me permiten recuperarme del impacto de la corrida y los descensos.
Las bajadas siempre han sido una de mis partes favoritas de las caminatas y las corridas por senderos. Me encanta la sensación de estar en una caída controlada al descender con velocidad. Pero, hasta ahora, no había caído en cuenta del precio que se paga cuando los descensos parecen interminables: la espalda inferior se me amarra, las uñas de mi pié derecho se destruyen, y mis talones terminan lastimados. Tal vez un par de zapatillas con más amortiguación disminuyan el trauma para mis talones y mi espalda. Voy a considerar esta opción experimentando con las zapatillas que tengo. Mientras, voy a practicar varios descensos largos en el tiempo que me queda. Quiero sentir que puedo descender con la mayor eficiencia posible, como si flotara loma abajo como un fluido. La bajada de La Mesa hasta Jordanal es el lugar perfecto para esta práctica.
Espero que unas cuatro semanas de sentadillas con peso sean suficientes para reforzar mis muslos. Estoy seguro que voy a necesitar la fuerza adicional para ayudarme con la amortiguación del impacto en los largos descensos que vienen por delante. Leyendo los comentarios acerca de los DNFs en WS100 encontré que el Director de Carrera, Greg Soderlund, dijo que los muslos fritos son la mayor causa de estos. Yo no pretendo ser parte de esta estadística en el listado de los DNF.
Siempre es bueno para mi tener un poco de miedo. Cuando me confío mucho tiendo a descuidarme y puedo meterme en problemas por esto. Ahora mismo me preocupan los descensos, y el tiempo de corte de 30 horas. Ya tengo el plan para los descensos, ahora solamente me falta un plan para vencer al reloj. Creo que un plan de 10 minutos por kilómetro puede salvar el día. 161 kilómetros a 10 minutos es igual 1,610 minutos entre 60 me da un tiempo de 26 horas y 50 minutos. Yo estaría muy contento con este tiempo en Western States.
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Miwok 100km 2011

Rumbo a Tennessee Valley
Rumbo a Tennessee Valley

¡Terminamos Miwok 100km 2011, todos!  De 350 corredores que iniciaron la carrera, solamente 287 lograron terminarla (82%). Eso hace nuestro 100% mucho más valioso en esta carrera tan difícil. Miwok es una carrera muy dura con sus 3,446 metros de ascenso y descenso. Las bajadas, que normalmente me encantan, me cambiaron la sonrisa por una mueca. Roger terminó en 13:22:41, Luis Carlos en 14:59:32, yo hice 15:58:29, y Margaret e Iris hicieron 16:44:25. Esta carrera resultó ser un espectáculo visual desde que inició hasta que terminó: vistas del Golden Gate y San Francisco, el Océano Pacífico, bosques de pinos gigantes y senderos con  lavanda florecida.

Mi plan de carrera era muy sencillo: terminar sin mal-tratarme. Esta carrera era un entrenamiento para Western States 2011, y una prueba de lo que se requiere para lidiar con 3,446 metros de ascenso y descenso, una probadita de lo que me viene en 6 semanas. Arranque junto con Iris y Margaret, a quienes planeaba acompañar mientras pudiera. Corrimos juntos casi toda la primera vuelta hasta iniciar la bajada de regreso a Rodeo Beach. Iris encontró el sendero técnico algo complicado y comenzó a quedarse atrás, junto con Margaret. Yo seguí a mi paso y pensé que podían alcanzarme en la playa, pero fue mucha la ventaja que adquirí en el descenso.

El primer circuito tenía bastante asfalto y salía desde Rodeo Beach en dirección a Sausalito, dándole la vuelta a la punta del faro que cuida la entrada a San Francisco. Esta ruta nos llevaba al primer ascenso de 4 grandes trepadas que haríamos durante nuestro recorrido. Partimos en la playa e inmediatamente iniciamos la escalada hacia más de 300 metros de altura. Cuando se formó el cuello de botella en la transición de la playa al sendero, yo me quedé en la cola junto con mis compañeras de carrera. Realmente me picaban los pies por salir a trepar, pero el plan era partir muy, muy lento y seguir así hasta el final. La mayoría de esta parte la hicimos caminando las subidas. En un momento en que estábamos trepando por un sendero que salía de vuelta a la calle quedamos perdidos. Por suerte una joven que nos seguía se dio cuenta del error y nos llamó para que regresáramos al sendero.

Después de pasar por la partida llegamos a la primera estación de ayuda en Rodeo Lagoon. Aquí solamente nos dieron de beber, un poco de aliento y nos mandaron camino a Tennessee Valley, la segunda estación de nueve que visitaríamos antes de llegar a la meta. Ahora nos tocaba el ascenso de Battery Point, donde habían emplazamientos de artillería que defendían la entrada a San Francisco. Hoy están abandonados por ser innecesarios, un recuerdo de tiempos más violentos. Mientras ascendía pude ver a Iris y Margaret, quienes me seguían bastante cerca. Ahora íbamos por la segunda trepada a 309 metros, antes de descender a la tercera estación de ayuda. La gente con quien estaba corriendo ahora me acompañarían durante las próximas 12 horas. Ya llevaba 2:25 corriendo y me sentía muy bien a los 32 kilómetros. Mucha gente dejaría sus capas de ropa extra en esta estación por que ya el sol estaba calentando los huesos con sus rayos.

Ahora nos tocaba el ascenso hacia Pan Toll, la tercera estación y el punto donde muchos dejarían su bolsa de apoyo con zapatillas frescas para el regreso, cuando volverían a visitar este punto. Yo no había dejado ninguna bolsa. Llegaría a la meta tal como salí en la partida, muerto de frío. Pero eso aún estaba muy por delante. Me estaba yendo bien en las subidas por que las practiqué bastante. Curiosamente, mis prácticas no incluyeron muchos descensos, y, más tarde, de daría cuenta de esto. Hasta ahora la mayoría de los senderos estaban en colinas expuestas cubiertas por hierbas de un pié de altura. Pronto estaríamos entrando en los bosques de pinos gigantes, los redwoods me Muir. Llegué a Pan Toll en 6:35, cubriendo el primer tercio de la carrera. Ahora me tocaba cubrir el segundo tercio que me llevaría hasta Randall y de regreso. Cuando volviera a Pan Toll tendría cubierto el segundo tercio.

Las estaciones de ayuda estaban bien repletas con papas hervidas, M&M’s, Oreos, papas fritas, emparedados de mantequilla de maní y jalea, frutas, sopa caliente, y geles energéticas (y anti-ácido para calmar el estomago revuelto de tanta comida). Yo estaba comiendo papas con sal y emparedados en las estaciones, y me llevaba 4 paquetes de GU Gel para mantener mi energía en el entre-medio. Cada media hora me comía un paquete, como reloj. Por suerte tenían variedad de sabores. Aún así me tocó llevarme varios de chocolate, que ya me tienen hastiado. Gran parte del secreto para completar estos ultras es saber como mantener el cuerpo suplido de combustible sin reventarlo. En esta carrera me fue de maravillas con la hidratación y la alimentación, cero problemas. Inclusive, nunca me sentí que se me bajó la energía.

Al salir de Pan Toll venía la trepada más larga hasta las filas de Bolinas y los bosques de Muir, a 565 metros según mi reloj. Una vez que logré el ascenso corrimos por un camino de acceso bajo la cubierta de los pinos gigantes. Llegué a la Estación de Bolinas en 6:12, cubriendo la distancia de un maratón. ¡Bastante lento! Ya había estado pasando a los punteros de la carrera que me llevaban casi 30 kilómetros de ventaja. Si en WS100 logró promediar 6 horas cada 40km, como acabo de hacer, puedo terminar cerca de 24 horas en esa carrera. Pero, de vuelta a la realidad, con todo y que iba lento, no creo que pueda mantener este ritmo por tanto tiempo ahora mismo. Tengo 6 semanas para arreglar ese problema…

Camino a Randall me encontré con Roger que ya venía de regreso del giro de 54 kilómetros. Se veía entero y paramos a conversar brevemente. Me dijo que Luis Carlos iba como una milla al frente mío. Al poco tiempo me alcanzaría Rose y correríamos juntos hasta Randall. Ya había conversado con ella entre Tenesee y Pan Toll. Rose intentaría romper las 14 horas y clasificar para WS100, pero al final terminó en 14:12. Excelente tiempo, pero no quiero imaginar el esfuerzo que debe haber requerido. ¡La bajada a Randall fue brutal! 335 metros de descenso de un cuerazo. En el camino de bajada me crucé con Luis Carlos y solamente alcancé a levantar la mano. El venía lento de subida y yo corría loma abajo viendo al piso. Cuando escuché su voz levanté la mirada y lo tenía al frente. Llegué al giro de la carrera, a 54 kilómetros, en 7:35. En la subida me topé a Iris y Margaret: venían corriendo, con cara de preocupadas, en las justas para lograr el tiempo de corte de esa estación. Todo el resto de la carrera estas chicas estarían lidiando con las horas de corte, hasta la meta. ¡Pero, lo lograron hacer!

Cuando llegué de vuelta a la fila de Bolinas, la realidad de la bajada me tenía preocupado: estaba estropeado. El resto de la carrera me acompañaría el dolor de los talones. Pensé mucho en Lorena y lo bien que me caería un masaje con árnica en la espalda inferior y unas aspirinas para aplacar el dolor. Por suerte voy a contar con su apoyo en Western States. Quedé con dudas si sería inteligente seguir mi plan de correr con mis Inov-8 X-Talon 212: casi no amortiguan el golpe del talón en las bajadas. Al principio bajaba con la punta del pié, pero no pude mantener esa pisada por que las uñas del pie derecho no lo aguantaron, en especial la de mi cuarta falange, que fue reventada por una coa cuando tenía pocos años (ahora está tieso ese dedo, sin ligamentos que lo muevan). Ya veré qué hace el entrenamiento de bajadas por mi.

Ya de vuelta en Bolinas, ahora la estación #6 – 65.76km – encontré a una de las primeras víctimas de la carrera. Ya iniciaban los DNF, algunos por tiempo, otros exhaustos, y otros adoloridos. Corrí bastante con un Buzz, un jóven de 67 años que llevaba el mismo paso que yo. Había vivido en Panamá un par de años, en Fort Gullick, donde quedaba la Escuela de Las Américas, y entrenaban a las fuerzas especiales de los Estados Unidos. Buzz caminaba todas las subidas y corría las bajadas. Hasta ahora había terminado Miwok tres veces entre 14 y 15 horas. Esta vez terminaría en 15:22. Buzz me contó que el año pasado corrió Western States y llegó hasta la milla 55 antes que perdiera el tiempo de corte de la siguiente estación. Esta es una bandera roja para mi, algo que me avisa: «peligro Will Robinson, peligro».

Buzz salió un poco antes que yo de Bolina y me dijo: «tu me alcanzas luego». Ese luego duró hasta Pan Toll, la estación #7 ahora. Mientras corría por las filas hacia esa estación veía como Buzz se me alejaba lentamente. Varios corredores me estaban pasando. Creo que mi ritmo estaba en franca decadencia. Yo trataba de meter máquina pero no avanzaba a buen ritmo. Experimentaba con el ritmo de mis pisadas, con la forma en que corría, en que ponía el pie en el piso, la bicicleta, etc. – sin éxito. Decidí que era hora de meterle más carbón a la caldera, abrí un GU y me lo comí. Nuevamente recorté distancia al último que me había pasado y, al poco rato, lo dejé atrás. No volvería a descuidar mi alimentación. Llegué a Pan Toll, 2/3 de la carrera, y me encontré a Buzz abasteciéndose. Yo rellené mis botellas y partí con 4 geles en mi cinto.

Ahora iniciaba la bajada a la playa de Muir. Buzz y otro señor me alcanzaron, y me pasaron. Yo estaba bajando muy lento, por más que trataba de acelerar – no encontraba como hacerlo a buena velocidad. La espalda inferior me tenía lastimado. ¡Cómo pensaba en lo bueno que serían un par de Tylenol extra-fuertes! Y el sobijo con árnica de Lorena… Jugábamos a la liebre y la tortuga entre varios corredores: yo pasaba en lo plano y me alcanzaban en las bajadas. Finalmente llegamos a la parte verdaderamente plana, 5 kilómetros de plano, y pude correr y dejar atrás a todo el mundo que estaba cerca. Incluso me pasé a varios que estaban por delante. De repente, llegando a la playa, ¡aparece el Pelican Inn!

Recordé que Tia Bodington, la Directora de Carrera, mencionaba el Pelican Inn en su descripción del recorrido invitando a que pararamos por una Guiness en este viejo hostal. No lo pude evitar, eran las 6:15pm y yo tenía que tomarme una cerveza. Las de la meta podían esperar, yo me tomaría la mía aquí. Entre al Inn, caminé a la barra, y esperé pacientemente a que el bartender me prestara atención. Le pedí una Pelican’s Own Pale Ale, y *no* le dejé propina por hacerme esperar demasiado tiempo. Luego me senté junto a un fuego que había en un patio interno a tomarme mi cerveza. Los jóvenes de una mesa cercana se interesaron en mi atuendo. No podían creer que alguien corriera 100km, y, menos, que se tomara una cerveza en el medio de su carrera. ¡Cuando salí del Pelican Inn casi no podía moverme! Caminé a la estación de Muir Beach, estación #8, y pregunté si ya habían pasado Iris y Margaret. No, no estaban en la lista de los que habían cruzado ese punto de control.

Ahora me dirigía a Tennessee Valley, la última estación antes de la meta, que tenía un tiempo de corte absoluto: 8:45pm. Yo me alcancé a Carmela y corrí con ella el resto de la carrera. Ya estaba cayendo la noche y yo no llevaba linterna, ni abrigo, y el viento estaba soplando con rabia. Mejor ir acompañado el resto del camino, en especial cuando se apague la lámpara que está en el cielo. Llegamos a Tennessee en 14:30, como a las 8:10pm. Tenían una sopa de tomate que estaba espectacular, la mismísima gloria celestial. En esta estación pedí una bolsa de basura gigante para hacerme un impermeable que me ayudara a mantenerme caliente. Ya quedaban minutos de luz y pronto iba a tener mucho frío por el viento que nos robaba el calor. Salimos cerca de las 8:30pm hacia la meta y las chicas aún no llegaban, iban a estar muy cerca de ser descalificadas. A nosotros nos quedaban unos 9 kilómetros para terminar nuestra carrera. Esto ya era pan comido…

Los últimos 9 kilómetros se pasaron brevemente, envueltos en conversación con Carmela y Marilyn, otra jóven que nos alcanzamos rumbo a Punta Bonita. Llegando a Punta Bonita nos pasamos a una peruana que también terminaría sus 100 kilómetros poco después que nosotros. Cuando se pudo ver la luz del YMCA mis compañeras fueron apretando el paso, como caballos de alquiler cuando van de regreso a los establos, apuradas por terminar su carrera. Mi tiempo final sería de 15:59 – más de lo que quería, pero suficiente para darme una buena probada de lo que se requiere para una carrera de este tipo. Como entrenamiento lo importante es el tiempo que pasé en movimiento. Luis Carlos y Roger estaban adentro del YMCA esperando ansiosos que llegáramos. Ya casi no quedaba gente en la meta, y mucha de la comida se había acabado (pero yo no tenía mucha hambre).

Pronto llegarían las chicas emocionadas por haber terminado su carrera: no hubo DNF para ellas, ni tampoco fueron DFL. ¡Super! Cuando me paré para irnos al auto pensé que me había causado un daño extremo por que casi no podía mover la pierna derecha por el dolor que me causaba en la ingle. Pero cuando desperté al día siguiente ya estaba bastante recuperado. He terminado en muy buen estado y sin pocos malestares y creo que pronto puedo retomar mi entrenamiento para Western States. Quisiera volver a correr esta carrera el próximo año y usarla de entrenamiento para el Ultra Trail du Mont Blanc.

 

 

 

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Corriendo de Bijao a El Valle

Esta Semana Santa corrí mucho. El Viernes Santo corrimos desde Bijao, en la playa, hasta El Valle de Antón. Aún no he medido exactamente cuanto fue, pero nos tardó 3:30 para completar lo que calculo que estaba cerca de 30km. Roger y yo salimos a las 4:30am y llegamos a El Valle a las 9:00am. Por suerte había una buena luna a esa hora y nos ayudó bastante por los tramos donde no había luz en la calle.

El principio del recorrido es bastante plano y luego va haciendo una inexorable trepada hasta los 850 metros antes de bajar a El Valle, a 560 metros. Los primeros 6 kilómetros fueron de asfalto, saliendo de Bijao hasta un kilómetro adentro después de la entrada de Las Guías. Luego el terreno es de una tosca bien compactada, muy cómoda para correr. Acaban de pasarle cuchilla al camino hasta la altura de El Macano. Se han tirado uno de los mejores caminos para bicicleta que hemos gozado por muchos años en El Reto del Indio. Ahora mismo pueden subir los autos 4×4 hasta El Valle sin ningún problema.

Poco después de pasar El Limón vimos la salida del sol. ¡Fue un amanecer espectacular corriendo con mi hermano! Creo que eran casi las 6:00am cuando el sol logró despegarse del horizonte para brillar como una orbe completa. Por suerte solamente nos quedaban un par de horas más que recorrer bajo su calor. El fresco de la mañana y una suave brisa nos mantuvo a una temperatura cómoda. Ambos llevamos dos botellas cada uno, yo llevaba agua solamente y Roger llevaba una mezcla de Gatorade, o algo similar. Yo terminé tomando 4 botellas hasta la casa y Roger llegó con el equivalente a casi una botella. Ese hermano mío es un camello. Los dos tomamos cuando nos da sed, pero a él, sencillamente, le da menos sed que a mi. Ya en la casa, cual camello, Roger procede a rehidratarse con unos 4 vasos de agua, o más. Tengo curiosidad por ver cuantas botellas de agua se va a tomar Roger en Miwok 100km.

Esta vez me pude mantener junto con Roger hasta el final. Por supuesto que mi hermano iba muchos más cómodo que yo, pero no se vio obligado a dejarme atrás para no comprometer su entrenamiento, como sucedió el fin de semana anterior. Estoy seguro que me ayudó mucho el entrenamiento de La Yeguada para este fondo de Viernes Santo. El sábado amaneció y pronto salí a correr por La India Dormida hasta Altos de La Estancia, siguiendo el recorrido que hice con Ernesto Durán hace poco. Regresé por la calle de Altos de La Estancia y la encontré casi toda pavimentada. De verdad que poco a poco están eliminando todos los caminos de tierra que hemos gozado en bicicleta por tantos años. El progreso está rodeando a los moradores que rodean El Valle de Antón.

Me sentí muy bien el sábado haciendo un fondo seguido del primero. Justo 2 semanas antes de nuestra carrera en California estoy sintiéndome casi cómodo. Pero esto solamente es una ilusión por que no he pasado de las 6 horas corriendo a ritmo sostenido. No he podido perder el peso que quiero quitarme de encima. Estos fines de semana familiares siempre están acompañados de buena comida y algo de beber. Si deseo correr en 165 libras dentro de 2 semanas tengo que hacer un gran esfuerzo para quitarme las 5 libras que me hacen falta para ir más liviano a batallar con los 3,350 metros de ascenso de Miwok.

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30km de La Yeguada

Corriendo con Roger

Este fin de semana hice un fondo de 30km con mi hermano Roger en preparación para Miwok 100 este 7 de mayo del 2011. Tracé un circuito en Google Earth, después lo revisé en Expert GPS, y luego lo pasé a mi Garmin para asegurarme de seguir la ruta correctamente y medir nuestro rendimiento. Quería probar toda mi configuración para la carrera próxima y verificar que estaba todo bien. No es bueno estrenar cosas nuevas en una carrera que me va a tomar 15 horas completar, si tengo suerte. El recorrido tenía unas subidas muy importantes para entrenamiento y como prueba de nuestra condición actual. La conclusión ejecutiva: Roger está muy bien, y yo estoy en graves problemas.

Tenía otro fondo en mente para el fin de semana, pero lo cambiamos a última hora por qué no habíamos ido a La Yeguada en todo el verano y se presentó la oportunidad de ir con mi hermana y sus hijos, y otros amigos. Afortunadamente Roger se acomodó rápidamente al cambio de planes y también se vino a correr conmigo. Ya conocía gran parte de la ruta, pero nunca había hecho la parte del recorrido que me traería de vuelta desde Chitra hacia La Yeguada. Por suerte las imágenes de Google Earth del área están al día y pude ver claramente que el recorrido no iba a tener mayores complicaciones. En el mapa con frecuencia hay caminos que han caído en desuso y cuando hago planes para recorrerlos me encuentro que están cerrados con vegetación, complicando mucho seguir la ruta planeada.

Mi configuración para Miwok será un par de zapatillas Inov-8 X-Talon 212, una botella de mano Camelbak, un cinturón con una botella de agua y espacio para comida adicional, y unas polaínas que me he hecho de lycra. También quería probar la ropa que iba a usar, pero esta no me preocupaba mucho por que ya tenía un grado alto de seguridad sobre su rendimiento. Para mi ha resultado bueno correr con un calzón largo de compresión y una pantalón corto que es solamente el cascarón de polyester y unos bolsillos pequeños a los lados. Realmente ya tenía confianza en mi configuración por que la he usado bastante hasta este punto, pero nunca está de más una última prueba. Lo único que falló fueron mis polaínas caseras por que no se quedan en su lugar sin una tira que pase por debajo de la zapatilla. Esa corrección ya está en mis planes y este fin de semana reviso que tal quedó. En JJ100 corrí disfrazado de Hombre Araña, estrenando algo nuevo en la carrera, y, aunque terminé, descubrí muchos problemas técnicos al correr con un disfraz enterizo.

El recorrido planeado tenía 1,450 metros de ascenso y de descenso, pero, al final, mi gps solamente marcó que habías subido y bajado 1,250 metros. Encontré que con el peso extra que estoy cargando alrededor de mi cintura se me hace difícil trepar con facilidad. Necesito reforzar mis músculos de trepar, y, a la misma vez, bajar de peso. Creo que puedo bajar de peso más rápido de lo que puedo reforzar mis músculos de forma significante. Lo raro, y que me preocupa, es que al día siguiente de la corrida no me dolía nada, pero en la trepada tenía las pulsaciones a tope y me mareaba cuando paraba de correr. Es posible, y no lo pongo fuera de dudas, que estaba sufriendo de una resaca de la noche anterior. La otra posibilidad es que salí a correr con tan solo una taza de café en el estómago y no me llevé suficiente comida. Tenía tan solo suficiente para comerme un gel por hora (4 geles y 2 barras). Este fin de semana vuelvo y pruebo con unas subidas violentas para ver a que conclusión llego.

Una observación importante: debo amarrarme bien los zapatos desde el principio de la corrida. Salí a correr con las zapatillas algo sueltas. Después de 4 horas corriendo, cuando inicié con los descensos largos y continuos, no me podía apretar las zapatillas por qué me amenazaba un calambre en la pierna derecha cuando me doblaba para trabajar los cordones. No es mucho lo que necesitaba apretarme las zapatillas. Había salido con los cordones poco apretados por que me coloqué las zapatillas como si fueran unas medias, que es lo que normalmente hago con la mayoría de mis corridas. Los cordones sueltos no me molestaron en las primeras bajadas, solamente al final comenzaron a darme problemas.

Desde un principio Roger comenzó a dejarme atrás con facilidad en las subidas. Ya cuando estábamos en la trepada final me dejó tan atrás que regresó, preocupado a buscarme. Ya para este punto yo estaba descombobulado y estaba caminando las subidas con mucha lentitud por qué las pulsaciones no me daban para más. Al llegar a los 1,022 metros de altura Roger me dejó atrás del todos diciendo que cuando llegara al campamento regresaba a buscarme en auto. Yo le dije que «tranquilo, yo llego» – pero cuando me vino a recoger con una cerveza helada no me quedó otra que montarme al auto con una sonrisa en la cara. ¡Que suerte tener un hermano así! En realidad Isa fue la que me trajo la cerveza, pero Roger fue el que me sacó tanta ventaja que permitió que se diera esa situación. Pensé que podría correr Miwok junto con Roger, pero no veo que pueda mantenerme cerca de él por mucho rato.

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Cerrando el Circuito

Jordi y yo

Este domingo fui con Jordi a cerrar el circuito del Ultra Mamoní. Nuestra intención era investigar como esta el sendero que cruza desde Río Indio en Pacora hasta Río Corpus Cristi en Mamoní. Cada uno de estos ríos tiene un sendero que va desde su cabecera hasta su confluencia. En el mapa de 1:50,000 de Chepo aparece claramente el sendero que íbamos a investigar, pero los mapas del Tommy Guardia son tan viejos que con frecuencia no guardan una buena relación con la realidad.

Para nuestra sorpresa, la parte del sendero que va paralela al Río Indio era un agradable camino, recién arreglado, cubierto de árboles. Este camino no va a durar el invierno en el excelente estado en que se encuentra ahora mismo, pero si creo que dure hasta el 16 y 17 de abril, cuando planeamos un ultra-fondo por este camino. El camino también está excelente para una buena bicicleteada. A lo largo del camino hay muchísimos puntos donde se puede tomar un descanso para bañarse en el río que ahora mismo está cristalino. Cruzamos el río muchas veces hasta llegar al final de la parte transitable, que termina en otro cruce de río.

Dejamos atrás el auto para iniciar nuestra investigación de la parte que estaba en dudas, el cruce hasta Corpus Cristi. Estimaba que sería un máximo de 7km antes de llegar al otro camino. Inmediatamente inicia un ascenso pronunciado para trepar al filo que divide la cabecera de un río con la cabecera del próximo. No traje en mi gps la ruta que aparece en el mapa, ni un mapa del lugar, no quería ser influenciado por pre-concepciones de lo que debía encontrar en este cruce. Cuando regresara a casa vería que es lo que habíamos hecho, y que relación guardaba con lo que encontramos en el campo.

Al final encontramos un sendero muy agradable que se va apagando hasta terminar en un potrero. Era obvio, en este punto, que estábamos justo donde el agua quiebra para una cabecera, o la otra. Decidimos seguir la quebrada que se veía al fondo y ver hasta donde llegábamos. Pronto, en unos dos kilómetros, ya estábamos en el principio de otro sendero. Nos tomó 4.6km llegar a la escuela de Corpus Cristi, donde ya hay una calle transitable todo el año. Justo antes de llegar a la escuela encontramos la mejor poza del camino, un lugar a donde queremos regresar pronto a pasar un rato agradable en el agua.

Cuando regresamos a casa encontré que había seguido una ruta que no aparece en el mapa: había tomado por un brazo más pequeño. Pero al final logramos lo que buscábamos, que era llegar de una cabecera a la otra. En un futuro cercano voy a revisar la ruta exacta que está indicada en el mapa. Por ahora ya contamos con un circuito confirmado para nuestro próximo ultra-fondo. Tengo un par de inconvenientes por delante, nada más. Ahora el circuito se me alargó a 54 kilómetros. En el mapa tengo una ruta alterna que baja el circuito a exactamente 50 kilómetros según lo mide Google Earth. Esta es mi próxima investigación de campo

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El Valle Trail Race 2011

El Valle Trail Race 2011

Hoy apareció un comentario de Carlitos anunciando la fecha para El Valle Trail Race 2011: septiembre 4. La fecha es fija, y la distancia planeada es 50km. ¡Me parece excelente! Es lo único que se hasta ahora. Tengo una buena idea para alargar la última versión de la carrera para hacerla de 50km, corriendo de [link id=’1043′ text=’La India Dormida’] hacia [link id=’1411′ text=’Altos de La Estancia’] por un sendero excelente. Este tramo inclusive permite que los corredores se encuentren y se crucen, ofreciendo algo de información y motivación a los que vienen detrás de los corredores que van de regreso.

Al alargar EVTR a 50km ya podemos llamarla un verdadera ultra maratón, la primera ultra maratón por senderos de Panamá. Ya la carrera era difícil en su versión 2010, pero estos 5km adicionales le dan una buena escala sin añadir mucho al nivel de dificultad actual. El recorrido a Altos de La Estancia es relativamente a nivel, en su mayoría. Opcionalmente, y sin cambiar mucho la distancia, el retorno de Altos de La Estancia a la India Dormida puede ser por la calle de tosca que conecta Altos de La Estancia con El Valle de Antón. El camino es suficientemente agradable para que amerite consideración y para darle variedad al recorrido.

Otras opciones para los 50km son un recorrido que sube por Matahogado y lleva a los corredores por El Picacho y La Laguna de San Carlos, bajando a Altos del María y regresando a El Valle para luego continuar con el recorrido estándar de los 21km de la versión 2010. Creo que tengo el recorrido ese en mis pistas de GPS y tendría que medirlo junto al recorrido de los 21km para ver como sale el total. Si no encuentro ese recorrido, ya tengo una buena razón para volverlo a recorrer, esta vez con mi GPS (que ya poco cargo encima).

Mi preferencia es mantener la ruta actual y hacer la extensión a Altos de La estancia. Esta extensión permite ajustar con precisión el largo del recorrido para que la distancia se ajuste a la decisión que se tome en cuanto al largo anunciado del recorrido. Sencillamente regresamos cuando la distancia de ida y vuelta a Altos de La Estancia sume lo requerido para cumplir con los 50 kilómetros, si esa es la distancia que estamos buscando.

Faltan 23 semanas para el 4 de septiembre. Eso es tiempo suficiente para que los valientes se preparen para los 50 kilómetros más emocionantes de Panamá. Estoy seguro que Pura Voluntad y Panama Runners van a preparar algo que deje contentos a todos.

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Ultra Fondo

San Miguel a Altos de Pacora
Ultra Mamoni 50km

Ya está decidido: el 16 y 17 de abril nos la vamos a pasar corriendo: 32 kilómetros el sábado y 50 kilómetros el domingo. Me he pasado un buen rato escogiendo las rutas, pero ya las tengo definidas. Ahora solamente falta ir a correrlas: 32km de San Miguel a Altos de Pacora y vuelta, y un circuito de 50km de San Miguel, Carriazo, Corpus Cristi, Mamoní, Madroño, Mamoní Arriba, La Chapa y de vuelta a San Miguel. Nos caen justo al pelo a los que vamos a correr los 100km de Miwok en mayo.

San Miguel a Altos de Pacora es un recorrido de 32km ida y vuelta, con una ganancia de 1,055 metros y un descenso de 381 metros en la ida. A la vuelta hay que perder los 1,055 metros y trepar los 381 metros. Esto se puede apreciar claramente en el perfil de elevación. El punto de re-abastecimiento en la ida es la tienda de Altos de Pacora, en donde me consta que venden cervezas y Malta Vigor para los abstemios. El recorrido es muy agradable, corriendo por un sendero que va a la orilla del Río Pacora hasta llegar a la base de la trepada a Altos de Pacora. Gran parte del camino está cubierto de árboles y tiene buen bosque.

El Ultra Mamoní 50km es un circuito con 1,232 metros de subida y bajada. A este circuito le tengo muchas ganas, pero nunca lo he recorrido, como ya he hecho con el de Altos de Pacora. La mayoría de este circuito la he manejado, pero me falta el tramo de Carriazo a Corpus Cristi. Lo que me gusta de este circuito es que sube a Corpus Cristi por un sendero que orillea el Río Indio, y baja al Mamoní por otro sendero que orillea el Río Corpus Cristi. Estos senderos están en uso regular y, por seguir el río, tienen un perfil bastante gentil.

Una vez que se llega al Mamoní se sigue la calle de tierra que va hasta Madroño y continua hasta Cabecera del Mamoní y cruza de vuelta al Pacora, por La Chapa. No hay puntos de abasto en este recorrido, pero se encuentra mucha agua en los ríos que bordeamos. Tenemos que llevar suficiente alimento en barras y geles para mantenernos nutridos por todo el recorrido.

El segundo día será matón por que venimos con el desgaste de los 32km del sábado. Esto es perfecto entrenamiento para el Miwok 100km que viene este 7 de mayo. El ultra fondo nos deja 3 semanas para que se recupere el cuerpo y quede preparado para la carrera en California.