Remada a Tórtola

Este sábado remamos a Isla Tórtola ida y vuelta, 30 kilómetros en total. Estoy haciendo el trabajo para estar seguro de poder remar a Taboga ida y vuelta desde Parque Paitilla en un día, 42 kilómetros en total. Estoy seguro que podemos remar esa distancia ahora mismo, pero también estoy seguro que el regreso será duro y doloroso sin el entrenamiento que lo haga fácil y agradable. Hay que endurecer las manos y los tendones para que esas distancias se hagan rutinarias.

Nos encontramos a las 6:30 am y ya a las 7 am estábamos remando. Nos tocó un buen día, con sol pero algo de nubes que hacían relativamente fresca la mañana. Ibamos en dos Prijon Kodiaks de 17′ con timón. Mi Orukayak Coast XT no tiene timón y cuando hay que remar con viento cruzado es problemático. La porción de la remada desde Flamenco a Tórtola es complicada por la dirección típica del viento. La distancia a Tórtola, según Google Earth era de 14k, 7k a la punta de Flamenco y otros 7k a Tórtola.

Curiosamente, cuando salimos de Punta Paitilla parecía que teníamos un viento noroeste leve. No nos ayudaba a la remada como el viento típico de verano. Llegamos a Flamenco en 1:17:48 promediando 5.6km/h, un ritmo decente para las condiciones del día. En Flamenco paramos por un descanso breve y a hidratarnos. Habían bastante remadores de SUP en sus tablas practicando. Diría que habían más mujeres que hombres remando, siempre en grupos, más de 10, una buena cantidad. De paso, habían unos kayaks saliendo a pescar cuando llegamos a Parque Paitilla. Salieron justo antes que nosotros.

Seguimos nuestra remada y al pasar la punta de Flamenco nos tocó un viento en contra, de costado. Curiosamente nuestra velocidad mejoró, no entiendo exactamente por qué, pero hasta hicimos un par de kilómetros arriba de 6km/h. Llegando a Tórtola comencé a sentir uno de los tendones de mi antebrazo izquierdo. Ya sabía con eso que al regreso iba a empeorar. Casualmente esta remada era para encontrar esas debilidades y comenzar a reforzar esos puntos. Cuando llegamos a Tórtola la playa que esperaba encontrar aún estaba bajo agua. Tengo que visitar este islote más a menudo para encontrar cuan baja debe estar la marea para que salga la playa.

La marea alta había sido a las 7:44 am y era de 381 cm, y la baja sería a la 1:48 pm, de 110 cm. No era una marea con mucho cambio de nivel. Con eso ya tengo una idea, nosotros estábamos ahí justo a media marea y aún no salía la playa, pero hasta la marea baja era de más de un metro. Lo tendré presente para la próxima remada. También voy a llevar un machete para subir a la parte más alta de la isla. Quiero ver que queda arriba. Hay un muro y unas escaleras justo arriba de la playa. Creo que en una época hubo un faro que más nunca ha sido mantenido.

Después de una cerveza y unas papitas fuimos a explorar un poco del islote. No llegamos muy lejos porque el monte estaba alto. Habían muchos gallinazos descansando por todos lados, y pelícanos. Creo que voy a hacer un plan para venir a dormir en este islote. Principalmente por entrenamiento, para practicar y ver que me funciona mejor durante la acampada. En este islote, por ejemplo, una hamaca es inútil. Aún así (no a este lugar específico) siempre llevaría mi hamaca para cuando pueda usarla. Creo que sería divertido llegar en la tarde a este islote, dormir, y regresar en la mañana. O, tal vez, llegar temprano y traer mi arpón para ver si consigo algo para la cena.

Al regreso el viento había cambiado y estaba más fuerte. Esperaba que iba a ser más difícil regresar porque el viento siempre va incrementando con el sol, pero no pensé que se iba a poner tan desgraciado. Podía estar peor, me ha tocado, pero estaba más fuerte de lo que esperaba. De paso, llegamos en 15k al islote, así es que eso es lo que nos tocaba de regreso. No estábamos logrando ni 4km/h así es que nos iba a tomar cuatro horas o más el regreso. En lugar de apuntar directo a la punta de Flamenco trazamos nuestro rumbo apuntando a la marina de Flamenco para compensar por lo que el viento nos iba a hacer derivar. ¡Qué bueno que usamos los kayaks con timón porque iba a estar muy incómodo remar esto a remo limpio!

Promediamos 3.7km/h hasta el rompeolas del puerto de cruceros. En 8k estábamos junto a las piedras que forman el rompeolas resguardados del viento. Casi no tuvimos descanso en este tramo por que cada vez que dejábamos de remar íbamos para atrás alejándonos de nuestro destino. Aquí tomamos agua, una cerveza apurada, algo de comida y seguimos hacia nuestro destino final en Parque Paitilla. Cuando pasamos el rompeolas el viento estaba más fuerte aún. Decidimos apuntar al Hotel Riu en medio de la bahía en lugar de directo a nuestro destino porque las olas nos golpeaban más si le dábamos nuestro costado, aunque solo fuera un cuarto de costado.

El viento no nos dio tregua hasta estar ya a un par de kilómetros de la rampa del parque. Los kilómetros 13 y 14 llegamos justo arriba de 4km/h, y el 15 fue a 5km/h. La remada de regreso nos tomó 3:58:11, una hora más que a la ida, y en calorías yo quemé el doble exacto de regreso que de ida. Había que hacer el esfuerzo extra solo para mantener el bote en movimiento y parar a descansar no era una opción porque de una vez el viento nos hacía retroceder. Aún así fue muy divertida la remada en buena compañía.

Cuando fuimos a sacar mi kayak del agua, pesaba una tonelada. Era raro porque mi puesto no tenía casi agua. Cuando destapé la escotilla trasera estaba lleno de agua. Ese kayak ya tenía una reparación por una raja profunda en la popa. Parece que el trabajo perdió su sello y el bote de se llenó de agua. Ya me parecía que mi proa se levantaba más de lo usual cuando me daban las olas de frente. Claro, tenía el culo pesado. Ahora tocará soldarle una tira de plástico para sellar la raja de una forma definitiva. El polietileno tiene una tensión superficial muy baja y las gomas no se adhieren bien. Lo único que se le pega a ese plástico es otro plástico igual. Por suerte encontré este problema en una remada trivial. Hubiese sido un desastre que sucediera en una remada larga con rumbo remoto.