El año que viene márcara el cuarenta-avo aniversario de la primera edición de «The Complete Walker». Yo tengo la tercera edición de este libro, publicada en 1984, pero cuando lo compré ya había leído la segunda edición, «The New Complete Walker», publicada 20 años antes. No creo que he leído la tercera edición como leí la segunda, pero la visito cada tanto tiempo para recordar ciertas cosas.
Es una buena lectura, y contrasta mucho con las tendencias modernas de ir rápido e ir liviano. La filosofía es algo más completa que la de alguien como Ryan Jordan o Ray Jardine, y mucho más relajada. Para Colin Fletcher, el autor del libro, no había apuro en sus caminatas, aun cuando duraran tres meses. Para Colin, lo importante no era el destino, sino el camino. Y los placeres sencillos de los campamentos, aunque solamente fuera él la única persona presente, eran un momento importante para compartir y disfrutar.
Hoy día me canso solamente viendo la portada de su libro, y todo lo que solía cargar en su mochila. Yo me he pasado los últimos veinte años sacando cosas de mi mochila, cosas que no pienso devolver por ninguna razón (como un segundo par de calzados). Pero la información que Colin ofrece es tan válida todavía como hace 40 años. Y hace 40 años habían, proporcionalmente, muchos menos caminantes. Por algo este libro ha permanecido viable a través de cuatro décadas.
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