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Kayaking

El Tapón del Pacora

El Tapón del PacoraEste sábado bajamos el tramo de Pacora desde San Miguel hasta «El Cruce del Caballo Blanco». Todo el sábado por la mañana estuvo lloviendo y el río tenía un excelente nivel de agua. Ibamos Gary, su sobrino Jarrete, Adrián y yo. En ese tramo, y con ese volumen de agua, el tapón es el primer salto que uno se encuentra en el descenso y merece ser inspeccionado para determinar si uno se avienta, o no.

El tapón tenía bastante volumen y pensé que podría bajarlo por el lado izquierdo y escapar la poderosa succión que se forma en la base del chorro. Estudié bien mi línea, analicé la situació, y me aventé. La caída por el lado izquierdo estaba un poco más alta de lo que me imaginé, pero no tuve ningún problema al aterrizar. Mi bote floto en la superficie del colchón de agua que me esperaba como si fuera un corcho. Pero mi momento hacia adelante se paró por completo.

Ante mi asombro, y preocupación, mi kayak inicio un pequeño, pero definitivo, retroceso. Le metí el remo al agua y lo halé con fuerza. Pero nada… El estruendo del chorro atrás de mi se hacía más alto y pensé «¡Que revolcada me espera!». Incliné mi cuerpo y mi bote alejándolos del chorro para que no me hiciera una persiana americana y volví a remar con fuerza. Justo en ese momento sentí que me alejé del chorro. ¡Que suerte! Logré escaparme por la corriente que se formaba al otro lado de la piedra en la base del chorro. Salí bien librado del aventón, después de todo.

Estos son los pequeños sobresaltos cardíacos que hacen divertido este deporte. Ese momento en que el susto lo inyecta a uno con adrenalina y los sentidos se agudizan, el tiempo se detiene, y todo pasa como en cámara lenta. Y luego viene el relajamiento total cuando las venas se destiemplan luego de que la potente hormona ha cursado por todo el cuerpo. Esta vez no me comió el león…

Por Irving Bennett

Siempre listo.

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