Bajamos el Río San Pablo desde el puente de la Carretera Interamericana hasta el puerto de Soná, 31 kilómetros de río aproximadamente. No logré reunir mucha gente, pero los que fuimos la pasamos excelente. A todos les encantó el río. El Tabasará tiene más acción que este río, pero para pasarla tranquilo con la familia y acampar este río es superior.
Pensé que las orillas del Río San Pablo iban a estar muy deforestadas y encontré que tienen unos árboles inmensos y prácticamente no hay señas de habitación. Al final, ya llegando a Soná, comenzamos a encontrar gente en el río, al principio solamente vimos aves y nutrias. Curiosamente, las playas que tiene el río son casi todas de rocas redondas. Justo a los 17km del primer tramo encontramos el lugar apropiado para acampar y resultó muy bien el sitio.
El agua nos tocó cristalina. El color del agua, combinado con el reflejo del verde de los árboles daba la impresión de estar remando sobre esmeralda líquida. En algunos lugares donde el río era menos profundo se podía sentir como si flotásemos en el aire sobre las piedras. Esta época resultó perfecta este año. En el Tabasará nos llovió en enero del año pasado, pero este año el clima estaba espectacular. Si acaso nos tocó mucho sol que contrarrestamos con el bloqueador más alto que encontramos, sombreros, pañuelos y mangas largas.
Aunque éramos nueve almas en tres botes pudimos distribuirnos sin problema. La mayoría eran niños, 2 de 12 años, 1 de 10 años, 2 de 9 años, y 1 de 7 años. Como siempre, las canoas hicieron el trabajo pesado con la carga (llevamos dos canoas) y un kayak doble sirvió para que los niños se lo turnaran y se entretuviesen con su independencia. Me encanta como los botes pueden igualar las edades y la fuerza de los remeros sin mucho problema con algo de ayuda de la corriente del río. Por suerte no había muchos peligros en el río y las partes complicadas, como curvas con ramas en el río, las caminamos para mantenernos del lado seguro.
Cuando llegó la hora de buscar donde acampar nos tomó un rato encontrar un lugar apropiado. Empezamos a buscar una buena orilla a los 15km y no encontramos un lugar apropiado hasta los 17.89km. Casi todas las orillas de este río que tienen playas están llenas de piedras de canto rodado, y las mismas orillas se levantan con mucha inclinación. Es aparente que este río lleva mucha más agua durante el verano y el agua ha cortado las orillas y se ha llevado la arena. Pero siempre encontramos un buen lugar donde acampar en una isla grande, aunque nosotros solamente encontramos el agua corriendo por un lado. La isla tenía un bosque con tierra plana donde poner las toldas y colgar las hamacas. Lo único que le faltó al lugar donde acampamos fue un buen remanso para que los niños nadaran sin preocuparnos. Pero todos sabíamos que los niños son buenos nadadores y no iban a tener percances.
El domingo continuamos nuestro descenso y encontramos que ya el río no tenía casi corriente por tramos largos. Aún así habían lugares que decidimos caminar por diferentes razones casi siempre relacionadas con árboles caídos y otros obstáculos en el cauce del agua. El río, hasta el final, estaba lindísimo. Encontramos otros lugares donde pudimos haber acampado, pero no era grande la diferencia con el lugar que escogimos. La remada del segundo día se estaba haciendo larga justo cuando llegamos al puerto de Soná. La calle de regreso a Santiago esta en excelentes condiciones y el regreso se hizo cómodamente.
Todos concurrimos con que sería bueno regresar pronto a este río. La bajada es apropiada para casi toda clase de botes. Tal vez los botes de fibra de vidrio sufrirían un poco en algunos lugares, pero se pueden cargar porque los tramos son cortos. Pero todos los botes plásticos son apropiados para este río. Este río es clase II – principiante. En el invierno, con más agua, puede ser divertido para grupos grandes si la corriente es buena. Voy a planear una remada cuando el río esté hinchado para ver cómo es en el invierno. Posiblemente no tenga playas cuando está lleno de agua. Tal vez se pueda remar todo en un día largo.
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