Sendero Las Brujas

Jordi y RompyEste carnaval fuimos Jordi (mi cuñado) y yo a caminar el sendero de La Brujas, un trillo que va desde Bajo Grande, en el Río Grande, hasta Los Chorros de Olá, en el Río Olá. Había escuchado del sendero por Miguel Esquivel, y luego leí en Weekend un reportaje sobre el sendero. El nombre de Sendero Las Brujas se lo puso Miguel al camino. En el reportaje hablaban que habían tomado tres días para hacer el sendero, pero la distancia era muy corta para tomarse tanto tiempo.

Nosotros sabíamos que podíamos cubrir cómodamente esa distancia en un día y medio. Arreglamos el viaje para que nos dejaran en Bajo Grande y nos recogieran en El Ciruelo, después de Los Chorros, al día siguiente, poco después del medio día. El sendero se notaba interesante en la carta topográfica por que mucho del recorrido era por los filos del Cerro Golondrina, a más de mil métros de altura. El sendero inicia con una trepada desde Bajo Grande hacia Las Sabanas, un pueblito que está repleto de árboles de naranja.

El sendero está claramente marcado en el mapa, y con la ayuda de una pista de GPS que me envió Miguel, no había perdedero. Un pequeño tramo entre La Sabana y La Mesa podía prestarse a confusión, pero no hubo mayor problema en encontrar la ruta correcta. La subida al Cerro Golondrina se ve desde que se llega a La Sabana y se vuelve un claro indicador de la dirección que hay que seguir para llegar la próximo hito en la ruta. De La Sabana, que está arriba de los 500 métros de altura, se baja un poco para cruzar el Río Bejuco, donde almorzamos, y luego se emprende la segunda trepada para coronar la subida al Cerro Golondrina.

A pesar que estábamos subiendo a pleno sol, justo después del medio día, la temperatura estaba muy agradable y el viento nos mantenía frescos. Mientras más nos elevábamos, más espectacular se ponía la vista. Hubiese deseado que el camino que recorríamos estuviera tan arbolado como las laderas de la división continental que se divisaba al otro lado del Río Grande. El camino a Las Baretas, que al principio de la caminata se veía por encima de nosotros, ya se veía bastante más abajo que nuestra posición. Al llegar al punto más alto de nuestro recorrido nos esperaba una vista panorámica de toda la Bahía de Panamá. Se veían, a lo lejos, las montañas de Azuero y otros detalles del terreno.

Me impresionó que todas las quebradas indicadas por el mapa tuviesen agua, a pesar de ser verano y de estar tan alto. Pudimos identificar fácilmente el Cerro Golondrina al llegar cerca: tiene un crestón a un lado que nos permitió identificarlo a través de todo nuestro viaje. Siempre pudimos apreciar cuanto íbamos avanzando por que el Golondrina se mantuvo divisado justo hasta el momento en que descendimos el desnivel que nos llevaría a los chorros del Río Olá.

En la tarde dormimos al lado de la Quebrada Manuela, muy cerca de donde brotaba directamente de la montaña. Hacía rato que no pasaba una noche mojado, mucho rato. Pero cuando pusimos nuestras hamacas, a ninguno de los dos nos dió por ponerle el techo. No se me ocurrió que pudiese llover: las estrellas estaban por todo el firmamento, no se veía una sola nube, y el viento Norte estaba soplando con todas sus ganas. Pero a la una y media de la mañana, cuando estaba profundamente dormido, comenzó a llover. Para cuando terminé el proceso de colocar mi techo (que fue muy rápido) estaba empapado. Por suerte mi ropa y mi bolsa de dormir me ayudaron a mantenerme justo al borde del frío, con todo y que la temperatura estaba por los veinte grados centígrados. Pero si me he quedado pensando que la próxima vez traigo un poco más de ropa cálida para emergencias.

Al día siguiente nos despertamos con calma y desayunamos. Antes del medio día ya estábamos en Los Chorros de Olá. Desde lejos podíamos ver el Cerro Muela, por donde iniciaríamos nuestro descenso del desnivel que hace los chorros. El Cerro Muela es un cerro con forma cónica que se distingue fácilmente de su entorno. Me impresionó cómo cambio la temperatura en cuando dejamos la planicie que está sobre los chorros y quedamos en la sombra del viento. Inmediatamente la temperatura se hizo sentir y el calor del solo de medio día nos agobiaba. Pero pronto llegamos a Los Chorros y el agua fresca nos refresco inmediatamente.

El viaje estuvo estupendo, perfecto para un fin de semana. En total caminamos menos de las diez horas que pensamos que nos podía tomar el recorrido. La dificultad del camino es de baja a media, siendo lo más difícil el ascenso al Cerro Golondrina. La navegación es bastante obvia, pero ayudo mucho tener la pista del GPS para resolber una sección que no sigue el sendero indicado en el mapa. Es indicado que el transporte lo esté esperando a uno en El Ciruelo. Nosotros caminamos hasta Nuestro Amo antes de poder encontrar una tienda que vendiera una fría para esperar a que llegara nuestro vehículo.

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4 comentarios

  1. Rompy
    Para aclarar. La primera montaña que subes despues de La Sabana es el CERRO AGUA FRIA.???. Tengo entendido que despues que abandonas esta montaña entonces aparece el CERRO GOLONDRINA que se caracteriza porque tiene un promontorio en su lado norte.
    Luego el CERRO MUELA

  2. Rompy
    Para aclarar. La primera montaña que subes despues de La Sabana es el CERRO AGUA FRIA.???. Tengo entendido que despues que abandonas esta montaña entonces aparece el CERRO GOLONDRINA que se caracteriza porque tiene un promontorio en su lado norte.
    Luego el CERRO MUELA es uno que se parece al Cerro Punta ya para bajar a la poblacion de NUESTRO AMO.
    Es correcta mi identificacion????
    Franklin Badiola

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